martes, 21 de septiembre de 2010

Presentación:




El lunes 4 de octubre, a las 20:15 horas, en la Sala “C” Alcides Greca del Centro Cultural Bernardino Rivadavia, San Martín 1080, se presentará el libro de poemas “Bagualas para mi tierra”, de la escritora Mariana Miranda, editado por la Editorial de la Universidad Nacional de Rosario.

Presentará la obra el periodista Osvaldo Noval.

Sobre el libro:

"Mariana Miranda le canta a “la tierra”, ese territorio que nos abraza y nos cobija, aunque a veces no nos deja ver al “otro”. Ese otro que atraviesa las calles sin sombra, sin voz y con la panza vacía. Mariana les pone palabras a las frases que pocos se animan a pronunciar, nos susurra una caricia del lenguaje y nos sumerge en la vida misma, con sus riquezas y miserias, sus saudades y nostalgias, con su presente azaroso y su pasado mágico. La escritora se confunde en la mirada impaciente de quienes ven “un cielo plano en donde todo miente”. La fuerza de su poesía no es solo estética, es un grito, un llamado de atención, una esperanza y una ráfaga de luz que descubre los intersticios de una sociedad que mira hacia otro lado para esconder sus miserias y cobardías. Mariana impone valentía en sus palabras punzantes, en el descanso de expresiones corrientes que nos llegan hasta el alma, para recorrer la conciencia en busca de manos hacedoras, bienhechoras, defensoras a ultranza de las causas nobles. “Bagualas para mi tierra” es la épica de un corazón que piensa."

Osvaldo Noval

marianamiranda66@gmail.com


Más información en http://psi-marianamiranda.blogspot.com/


viernes, 9 de julio de 2010

Cuento:


IMÁGENES


(Premio Publicación, Mención Finalista, VII Premio Internacional de Cuentos “Ana María Matute”, Madrid, España, 1995, Ediciones Torremozas, reeditado en “Muertita y otros cuentos”, Ed. Del Dock, Bs. As., 2008)


Los primeros en reaccionar fueron los angelitos azules de la plaza desierta.
Como casi nunca habían sentido nada en toda su entera vida, al primer escozor en la espalda se asustaron, casi como la primera vez en que los truenos y relámpagos los tocaron con sus voces y luces en la primera tormenta brava del verano.
Pero luego se habituaron.
En la fuente vieja de la plaza vacía ya no les quedaba ningún otro remedio que adaptarse a las prerrogativas del Destino.
Y el primer escozor en la espalda lo sintieron casi tan extraño como si hubiera venido su escultor para mostrarles el pedazo de piedra original del que habían salido, hacía centenares de años atrás, (porque eran ángeles antiguos, casi, como la misma ciudad), en algún taller recóndito
de alguna Europa desvencijada, allende los mares, cansada de aterirse hasta los tuétanos de obras de arte valiosísimas de autores anónimos.
Y casi tan extraño como aquel trozo de piedra en bruto les resultó el escalofrío, primero en la nuca, luego en toda la columna vertebral, que se les deslizó lentamente, suavemente, desde el primer rulo hasta el coxis.
Pero el escalofrío no era sino el preludio de una importante puesta en escena de algún genial autor teatral, otra vez, como es natural, completamente anónimo.
Y como dicen que los genios permanecen en el recóndito olvido de lo inédito, se les hizo difíci9l, muy difícil, cada vez más difícil, a los tiernos angelitos azules de la plaza vacía comprender algo, aunque fuera algo mínimo, de todo aquel escándalo.
Pero el escándalo prosiguió, a luz y a sombra, bajo las tinieblas de la noche y en los mediodías hartos de sudor en donde hasta las piedras, reclamaban, en un mínimo de consideración piadosa, algo de agua.
Y del escándalo estrepitoso sólo quedaron, como es menester, algunos fantasmas convertidos en recuerdos, cansados de deshilacharse en filamentos de olvidos por las callejas desiertas y polvorientas, reclamando por las presencias antiquísimas de los antiguos ángeles, minusválidos y marchitos, ateridos de frío y/o de calor, según las inclemencias climáticas correspondientes, desde su pétrea presencia atornillada alaa fuente de la plaza vacía de transeúntes y paseanderos, de perros y gatos, hasta de pájaros, que con cocinarse al sol en la plaza ya no querían saber más nada y, por lo tanto, se contentaban con airearse desde la cima de algún modesto pinito, de aquéllos que había por el campo de Torres, lejos del centro de la ciudad.
Y el escándalo fue, precisamente, que en el mediodía harto de sol, sintieron los angelitos tiernos los primeros escozores de algo inédito y desconocido completamente para ellos, algo así como un escalofrío, ¿viste?, algo de lo que no tenían ni la más mínima puta idea de lo que podía llegar a ser, y lo sintieron tan bien, y lo sintieron tan dulce y tierno que un ligero goce les erizó la piel completa en toda su más cabal existencia, y ahí sintieron los angelitos que no todo era piedra, ni cemento, ni roca, ni mármol frío y azul, sino que también existía una nueva dimensión desconocida para ellos, ajena a su historia olvidada y enterrada en la fuente de la plaza vieja, una dimensión que olía, sentía, palpaba, tocaba y reía, desde su más completa carcajada, el aliento finísimo de los dioses del Olimpo que en otra más de sus incontables excursiones terrestres, volvían a aparecérseles para soplarles en las caras sus más finísimas mieles.


La reacción fue gozosa, casi mística diría.
Un sabor a néctares profanos encendió la columna vertebral de los ángeles (su columna vertebral entera, claro está) y junto a ella sus musculitos de piedra también se prendieron fuego y hete aquí, que en un escozor tan erótico como incontenible, los angelitos azules de la plaza vacía empezaron a emprender, vehementemente, sus primeros y torpes movimientos en el Planeta Tierra, porque, claro está, nosotros sabíamos que ellos habían sabido nadar ágilmente en las aguas diáfanas de la Atlántida misma, pero, por los diversos avatares del Cosmos y del “Dios mediante” clásico, habían terminado por estacionarse en la fuente de nuestra plaza vacía.

Claro que nuestro asombro fue más lejos, no sólo cuando nos enteramos de que los angelitos de la plaza habían partido gateando por las callejas candentes del sol, ensuciándose hasta los últimos mármoles de tierra caliente y polvorienta, sino que, cuando en el noticiero de la noche, el de las 20 horas, la señora rubia que se sonríe como si los muertos que anunciara fueran una causa para tener los mejores dientes del mundo (no dice el nombre comercial de ningún dentífrico, eso por lo menos, todavía no), anunció, entre risueña y decepcionada, que las dos grandes esculturas de mármol, apodadas “los gigantes” que hacían guardia puntualmente de 0 a 24 hs. frente al Museo de Arte de la ciudad, habían desaparecido misteriosamente ayer a la madrugada, sin que ningún vecino del parque fuera capaz de dar algún testimonio valedero y cierto, acerca de los posibles terroristas iraquíes que se habían llevado sus partes desarmadas, y la única información que habían logrado recabar especificaba que sólo un croto había dicho “ver los dos gigantes gateando entre los semáforos, aplastando el césped de los canteros y las rayas blancas de la Pellegrini rumbo al Monumento a la Bandera” pero claro que ya casi nadie creía lo que decía el croto porque ya para la madrugada se había emborrachado tanto que el Universo entero se le movía.
Pero a pesar de esto, tampoco creyeron en la fidedigna palabra del médico forense Dr. Felisberto Hernández, quien tenía sobradas pruebas (las cuales expuso fielmente frente a las cámaras del noticiero nocturno) de que efectivamente los gigantes de piedra se habían ido de su lugar gateando (o por lo menos arrastrándose) teniendo en cuenta el grado de hundimiento del piso y los graves destrozos que habían provocado en canteros, veredas y alumbrado público, pero esto no era, sin lugar a dudas, lo peor; lo peor era, justamente, que dadas algunas características específicas del laguito de enfrente y del jardín japonés, los gigantes no sólo destruyeron las jaulas y los rosales dejando escapar a todos los pájaros, sino que encima habían tenido la grave osadía de llevar por la fuerza a la grácil y lánguida figurilla de la señorita Blanca que descansaba sus curvas descaradamente a la vista de toda la ciudad, en la rotonda de la Gran Avenida y el Boulevard Oroño, frente a la cantidad de curiosos que quisieran observarla (y vaya a saber Dios qué es lo que habían hecho estos pervertidos con la señorita Blanca, ella que es tan casta y erógena a la vez), aunque corría entre las voces populares que era perfectamente usual que los gigantes cruzaran la avenida (de a uno y por turno, por supuesto) para amarla hasta el hartazgo y extasiarse en sus ardores vaginales para volver luego a su sitio (como si nada) y seguir estáticos en su posición expectante para ceder el paso al otro gigante y así sucesivamente (aunque afirman los vecinos que esto sucedía solamente en las fiestas y feriados y domingos de guardar, ya que los gigantes eran muy celosos guardadores de su tarea de cuidar fielmente el portal del Museo Arte de la ciudad).

Y por más que vinieron peritos arquitectos e ingenieros notabilísimos, ninguno lograba llegar a sonsacar una conclusión coherente racional y creíble de lo acontecido ya que los únicos hechos en realidad eran que las estatuas habían desaparecido y que todo alrededor de sus pedestales estaba destrozado, tal cual si ellas se hubieran ido arrastrando, a lo largo de todo el Parque Independencia y por la Pellegrini rumbo al Monumento a la Bandera, pero sin embargo, como era casi imposible que un ingeniero y un arquitecto se pusieran de acuerdo, surgieron muchas versiones contradictorias acerca de la inexistencia de la materia y la vida íntima de los monumentos municipales, versiones cuya extensión sería imposible detallar aquí para una comprensión más fidedigna de parte de nuestros señores lectores.
Pero nuestro asombro más claro se produjo cuando el domingo, mientras entrábamos a la misa, nos dimos cuenta de que no sólo todas las iglesias (en general) presentaban graves hundimientos en los pisos y destrozos varios sino que cuando fuimos a rezarle al Cristo de la Cruz y a la Virgencita María del altar de la derecha nos encontramos con que ya no estaban, ni ellos ni el San José ni el el San Juan Bautista ni el Santo de las Pelotas y entonces nos dimos cuenta de que cuando el cura decía la misa no estaba tomado como solía suceder de habitual en la mayoría de los domingos sino que realmente lo que él declamaba acérrimamente desde el púlpito (al menos esta vez) era la más pura y fidedigna de todas las verdades: a las estatuas de la Iglesia también les había agarrado el escozor erótico de la vida por la espalda (empezando por las vértebras del cuello y culminando en las del coxis, como es de suponer) y en un escándalo estrepitosos de yesos, mármoles, rocas y maderas ambulantes habíanse arrastrado (gateando, como parecía ser justamente su medio de locomoción predilecta por lo menos en esta arcaica etapa de su infancia inaugurada) desde donde estaban guardando la Casa de Dios y la Fe Católica para agarrar y abrir entre todos la inmensa puerta de quebracho y hierro y salir en estampida calamitosa y arrolladora hacia el Monumento a la Bandera, lugar en donde parecían haberse citado ya, todas las estatuas de nuestras plazas públicas, parques y edificios.
Pero como no nos terminábamos de resignar a creer en semejante locura, fue necesario que viéramos con nuestros mismos ojos espantados, la procesión interminable de santos, santitas, santotes, y las imágenes religiosas de los ritos más diversos y extraños, además de las estatuitas de todos los enanos y las Venus (alguna Blancanieves de vez en cuando) que habitaban nuestros jardines y plazas domingueras que parecían (obviamente) haberse puesto de acuerdo para cobrar vida todos a un tiempo y concentrarse (o al menos eso creíamos) en el monumento más grande de nuestra ciudad.
Lloraban a moco suelto los turcos y gitanas de las santerías y yeserías: toda su mercadería almacenada en una larga vida de trabajo empecinado y guardada cuidadosamente del más mínimo roce, de la más mínima resquebrajadura, andaba suelta por las calles como Pancho por su casa, arrastrando las manos y las rodillas salvajemente por todos los adoquines de la ciudad, abandonando descaradamente sus respectivos hogares paternos y/o maternos sin ninguna (aparentemente) esperanza de volver y llenándose de mataduras, moretones, resquebrajaduras y raspones de pintura por todas las partes de su anatomía mineral.
Sin embargo ellas rodaban felices, gateando y laleando como criaturas, es más, las escuchábamos entonar algo así como el “arroz-con-leche-me-quiero-casar” mientras rumbeaban decididamente y sin ningún tipo de titubeos hacia su lugar de encuentro, lugar al que váyase a saber cuál registro mnémico grabado a fuego en su debutante memoria las comandaba ineludiblemente a acudir.

Con asombro y admiración descubrimos que ellas no iban (como todos creímos, incluido el Intendente, el Jefe de Policía, el Comandante de la Gendarmería Federal, etcétera) al Monumento a la Bandera, ya que en él se había montado un operativo rastrillo imposible de eludir, mucho más para un ejército de estatuas gateantes e infantiles, sino que su verdadero objetivo era llegar hasta el río, claro que, cuando empezaron a zambullirse en las profundas y bravas aguas marrones del Paraná inmenso, nosotros, los que habíamos seguido con un entusiasmo atroz su loca carrera apasionada a través de toda la anatomía de la ciudad convulsionada por las sirenas de la policía y los bomberos y ambulancias y las alarmas antirrobo de los negocios más paquetes del Paseo del Siglo, nosotros que las habíamos seguido hasta allí, empeñando en ello nuestra propia vida, ya que tuvimos que arriesgarnos a los tiros entrecruzados de los policías y los gendarmes que se empeñaban en tratar de detenerlas a toda costa, nosotros que nos fuimos acercando mientras ellas estaban allí, risueñas y caóticas, plenas de vida y de erotismo en sus antiguas arquitecturas pétreas, esta vez omnívoras de los sentimientos y las sensaciones más disímiles, nosotros nos sentimos los seres más estafados del mundo cuando las vimos llegar a la costa y desde allí, desde los muelles desiertos, iniciar zambullidas feroces y acrobáticas, zambullidas audaces que delataban, que, desde un principio y antes de su llegada a la Tierra, ellas eran seres acuáticos (aún las de yeso, sólo que por un determinado estado anímico eran capaces de no deshacerse en las profundidades fluviales),seres vivaces y longilíneos que sabían desplazarse bajo las aguas rápidas y no cristalinas de un Paraná magnánimo y dulce que las recibía, otra vez, bajo el fiel cometido de ser su guardador empedernido y su más ardiente defensor hasta que ellas, otra vez, atolondradas por tantas corrientes disímiles y tantos brazos enredados entre las islas del Delta, fueran capaces de encontrar, entre tanto tumulto de aguas, otra vez, su camino de regreso hacia la Atlántida, continente del cual, sin lugar a dudas, ni bajo ninguna circunstancia jamás hubieran debido salir.
Y nos quedamos ahí, hartos de tantas esperanzas desperdiciadas inútilmente en objetivos sin causa, y desde allí, atolondrados hasta en lo más profundo de nuestra humanidad pensante, empezamos a volver, después de haber visto zambullirse de bombita al último de los enanitos de jardín que quedaba sobre el muelle, ya desierto de imágenes minerales, con la más íntima y grande de todas las resignaciones posibles: la de sabernos convencidos, hasta las raíces de nuestros tuétanos, que nunca más, en nuestra gran ciudad, alguna vez, iba a haber estatuas…

Mariana Miranda

miércoles, 7 de julio de 2010

“Memorias, Subjetividades y Cambio Social”

Primera Jornada de Salud Mental y Derechos Humanos del Colegio de Psicólogos
de la Provincia de Santa Fe de la 2da. Circunscripción:


“Memorias, Subjetividades y Cambio Social”


Rosario, 14 y 15 de mayo de 2010


Efectos etiopatogénicos de las violaciones a los derechos humanos en las niñas, niños y adolescentes en la coyuntura local actual:
Autora: Psicóloga Mariana Miranda – Mat. 1717- Supervisora de Psicología Forense. Miembro del Instituto de Psicología en el campo de lo jurídico, Colegio de Psicólogos de Rosario. Perito de Oficio (auxiliar de justicia) desde hace 18 años. Psicóloga clínica y forense desde hace 18 / 19 años.

A modo introductorio plantearé aquí que la Asamblea General de las Naciones Unidas declara en el Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (aprobada y proclamada el 10 de diciembre de 1948) que “el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, libres del temor y la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias”.
A tal fin, existiendo una concepción común de estos derechos y libertades los Estados Miembros aseguran y promueven el cumplimiento efectivo de estos derechos y libertades “considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”.

Teniendo en cuenta como derecho primordial el sancionado en el artículo 3 de la mencionada Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.”, trataré de desarrollar aquí algunas mínimas cuestiones que atañen tanto a la trasgresión y a la violación de los derechos humanos en condiciones específicas como a su repercusión en el aparato psíquico humano en lo que a Salud Mental se refiere…
Es notable señalar que si bien la Asamblea General de las Naciones Unidas plantea claramente en la primera frase del precitado Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconocer “la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana” existe un tiempo de espera, mucho más que largo, hasta que la misma Asamblea sanciona la Convención sobre los Derechos del Niño recién el 20 de noviembre de 1989 (más de 40 años después), la cual entra en vigencia a partir del 2 de setiembre de 1990… De más está decir que quedan baches legislativos internacionales respecto de los derechos de la mujer y respecto de los derechos de los ancianos… No hace demasiado tiempo que se empezó a considerar “víctimas” tanto a los niños y a la mujer como a la población de la tercera edad reconociendo a través del sistema legislativo tanto su especificidad genérica (violencia de género) como etaria (especificidad jurídica respecto de la edad). El pedido de reconocimiento por parte de Organizaciones No Gubernamentales que tratan la violencia contra la mujer de la figura legal del “femicidio” en el Código Penal Argentino es consecuencia de esto y una derivación necesaria de la

Ley de Violencia Familiar implementada desde hace ya varios años….

Es a partir del reconocimiento legislativo internacional de los derechos humanos en calidad de tales que se adecúan los sistemas legislativos nacionales de los Estados Miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas generando, a grandes rasgos, un doble efecto:

- Por un lado el enjuiciamiento de la persona que cometió el delito y, con ello, la punición penal que corresponda (en las condiciones y circunstancias específicas de que se trate cada caso y por los órganos jurisdiccionales que correspondan).
- Por el otro, y volviendo al tema que nos convoca, los efectos patológicos de la violación de esos mismos derechos y libertades en la salud mental de sus víctimas.

Sería una negligencia muy grande de mi parte no subrayar aquí que en la República Argentina debieron de esperarse más de 30 años para que los militares que actuaron durante la última dictadura fueran enjuiciados y sentenciados por los crímenes de lesa humanidad cometidos….
Es decir, que por más que existan las legislaciones correspondientes, muchas veces, es necesario esperar que se den determinadas condiciones sociopolíticas coyunturales e históricas para poder enjuiciar y ajusticiar con ello según lo que la ley dictamine…
El secuestro y la desaparición de personas organizados desde el aparato represivo estatal del gobierno de facto, junto con la sistematización de la tortura (con la asesoría aberrante de médicos y sacerdotes implicados), fueron la metodología imperante durante todo el Proceso de Reorganización Nacional… Esta metodología implementada como “terrorismo de Estado” no tenía otra finalidad que “aniquilar la subversión” (léase: exterminar todo tipo de ideología comunista y, junto con ello los militantes políticos de la izquierda argentina, sean del partido que fueran).
Si bien la democracia se reestablece en 1983, recién ahora, en el período 2009 -2010 se dieron las condiciones políticas y jurídicas para procesar judicialmente a los responsables de las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar…
Sin embargo, parece como que desde las sombras el ex terrorismo de estado continúa implementando su accionar: la desaparición de Julio López, cuyo cuerpo nunca fue encontrado, la “extraña” muerte del fotógrafo José Luis Cabezas, que nunca terminó de esclarecerse, el último ataque (y robo de documental y archivos de informática) a la Secretaría de Derechos Humanos en Bs. As…En fin, una serie de acontecimientos que parecen demostrar que los nostálgicos de la represión, a más de 30 años de la misma, siguen actuando…
Es meritorio el accionar de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que en una lucha denodada y activa supieron organizarse y pelear por los derechos humanos tanto de sus hijos como de sus nietos desde el primer momento de la primera desaparición en la Argentina… Así, estas madres y abuelas (en un principio, amas de casa) mal llamadas antes “las locas de la plaza” manejan hoy por hoy el banco de datos genético más importante de la República Argentina y han logrado restituir la identidad, y junto con ello, la memoria y la familia de origen, su propia historia, a muchos niños secuestrados o nacidos en cautiverio durante esos años…
El daño psíquico en lo que a Salud Mental se refiere en estos casos además de monstruoso es aberrante: muchos niños fueron adoptados por los mismos torturadores y asesinos de sus padres biológicos… Los que tuvieron más suerte fueron dados en adopción… Entrar a la juventud o a la adolescencia con un replanteo crítico que borra de un plumazo toda la identidad construida hasta ese momento y tratar de reconstruir una historia silenciada hasta entonces, y, junto con ello, una subjetividad lo menos dañada posible, no es para cualquiera… De ahí que muchos no quieran hacerse los análisis de ADN ni saber nada de la familia biológica… Si es muy loco la metodología de “desaparecer personas” (no se puede simbolizar lo que no está registrado desde lo real: si no hay cadáver el trabajo del duelo es imposible), es mucho más loco ser criado por los asesinos y torturadores de sus propios padres con una identidad completamente falsa…
Desde la teoría energética que regula el principio de homeostasis del aparato psíquico freudiano, un trauma es lo suficientemente efectivo cuando su monto libidinal es imposible de abreaccionar en forma medianamente saludable y socialmente aceptable por la víctima de ese trauma…El trauma es mayor cuanto más peligro de muerte engendra el acontecimiento padecido…Es decir que hay un montante de energía (catexias libidinales) que no puede ser evacuada y queda en el inconciente actuando como trauma…El intento de elaborarlo por parte de la psiquis produce el reenvío a la situación traumática con todo lo que ello implica (pesadillas, imágenes reiteradas del evento, insomnio, problemas sexuales, angustia) conformando así una neurosis traumática. Esto, en términos de salud mental no sólo daña al aparato psíquico sino que además merma notablemente el desarrollo psicosocial y emocional de la persona traumada (se ve en accidentados de tránsito, víctimas de catástrofes climáticas, refugiados y víctimas de guerra, víctimas de tortura y delitos de lesa humanidad)
En cuanto a la Salud Mental la OMS la define como “un estado sujeto a fluctuaciones provenientes de factores biológicos y sociales, en que el individuo se encuentra en condiciones de conseguir una síntesis satisfactoria de sus tendencias instintivas, potencialmente antagónicas, así como de formar y mantener relaciones armoniosas con los demás y participar constructivamente en los cambios que puedan introducirse en su medio ambiente físico y social”.
Erich Fromm ofrece una doble perspectiva: “desde el punto de vista social, una persona será normal si es capaz de desempeñar en la sociedad la función que le atañe, es decir, si es capaz de participar en el proceso de producción de dicha sociedad. En cambio, desde el punto de vista individual, salud o normalidad es el óptimo desarrollo y felicidad del individuo.”
Es decir que se retoma en ambos conceptos la lucha interna ya planteada por Freud en “Psicología de las masas y análisis del Yo” y “El malestar en la cultura” entre el sujeto y la sociedad y el Yo y la satisfacción de las pulsiones… No es lo mismo estar “adaptado” socialmente que ser una persona psíquicamente sana…
Considerando que las transgresiones a los derechos humanos son etiopatogénicas para sus víctimas en lo que a salud mental se refiere, quiero centrarme aquí en las violaciones a los derechos humanos en los niños, niñas y adolescentes en la actual coyuntura socioeconómica e histórica actual.

Ya se planteó aquí que si bien la Asamblea de la ONU considera “los derechos iguales e inalienables en todos los miembros de la familia humana”, la misma Asamblea declara la Convención sobre los Derechos del Niño más de 40 años después…(en 1989).Nuestro Poder Legislativo Nacional adecúa los derechos estipulados en dicha Convención en la Ley 26061: LEY DE PROTECCION INTEGRAL DE LOS DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES, sancionada el 28 de setiembre del 2005, la cual deroga en su mayor medida la ley 22278 basada en el antiguo patronato de menores…. La diferencia sustancial entre ambas leyes es que una toma al niño como objeto de protección (la antigua ley del patronato), la ley nueva es la que considera al niño sujeto de derechos, el estado reconoce que los padres y tutores son responsables de su protección, a la vez, el niño tiene (art. 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, y art. 24 de la Ley de Protección Integral de las niñas niños y adolescentes), “el derecho de opinar libremente y de ser oído”.

Junto con este derecho, tomaré dos derechos más que me parecen fundamentales: el primero, “el derecho a la vida” (art. 6 de la Convención sobre los Derechos del Niño, y art. 8 de la Ley de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes) y el segundo “el derecho a la identidad” (Art. 8 de la Convención sobre los Derechos del Niño y art. 11 de la Ley de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes).

Me parece primordial incluir aquí también “el derecho a la dignidad y a la integridad personal” (Art. 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño y art. 9 de la Ley de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes).
Teniendo como vectores principales estos derechos y a la luz de la presente legislación trataré de trazar un panorama actual de la situación de la niñez en nuestra ciudad…
Rosario ha tenido en los últimos años una explosión demográfica mucho más que importante… Si bien el crecimiento urbano ha sido determinado en estos últimos diez años por fondos de la industria sojera y, con ellos, el“ boom de la construcción”, ya había empezado a crecer notablemente desde los años `90, años en que las políticas neoliberales determinaron, en gran medida, la pérdida masiva de empleo real y la migración, también masiva, de habitantes del Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Santiago, y sobre todo, el norte de la provincia de Santa Fe hacia nuestra ciudad… El crecimiento desparejo y caótico de la ciudad, tanto en lo relativo a edificios (más céntricos y actuales) como a las mal llamadas “villas de emergencia” (en barrios crónicos) determinan un conglomerado urbano desordenado…
Como dije antes, la exacerbación de la pobreza determinó la migración masiva hacia la ciudad de sectores ajenos a la misma… Estas migraciones trajeron el engrosamiento de la población en villas de emergencia (normalmente un pariente viene primero y empieza a traer a casi toda la parentela luego) y, junto con ello, la población que busca asistencia sanitaria, educación pública, bienestar social, en los organismos oficiales que corresponden… Esto produce no solo una saturación del sistema en sí mismo sino, además, un agotamiento del personal que actúan en él, ya sea en salud, bienestar social, educación o justicia…
La mayoría de estas familias están constituidas por mujeres multíparas sin pareja estable… El cartoneo y la mendicidad, que son los “rebusques” más frecuentes de estas familias, a la vez que el cobro del plan social, lleva a sus niños a pasar mucho tiempo en la calle, por más que vayan a la escuela, muchas veces van a comer, y, más tarde o más temprano, sobre todo por fracaso escolar y repitencia, desertan de la escuela primaria…
Tanto el vagabundeo en las calles como la cohabitación en viviendas precarias con familias numerosas y, en general, violentas, son etiopatogénicas para los niños… La existencia de muchas madres-niñas, la figura del hombre alcohólico crónico y golpeador (en general el padre o concubino), la desnutrición hereditaria y actual, el analfabetismo o la falta de escolaridad, el abuso, tanto físico como sexual y psicológico, en fin, todo ello son factores que violan flagrantemente los derechos humanos de estos niños… Estoy de acuerdo con la Trabajadora Social Susana Lévy que plantea el tema de la naturalización de la violencia a nivel intrafamiliar y a nivel intergeneracional en por lo menos tres generaciones consecutivas de violentos maltratadores y víctimas de violencia familiar. Hay un proceso de identificación intracultural tanto del niño para con el hombre violento como de la niña para con la mujer víctima de maltrato, por ello es común que los agentes sanitarios o educadores sepan o tomen como “natural” que los vínculos de parentesco determinen la naturaleza violenta de la población que tienen a su cargo. Para desnaturalizar esto es imprescindible un trabajo en conjunto tanto con los terceros calificados (agentes sanitarios, trabajadores sociales, educadores) como con las familias para que se tome conciencia de que la situación de violencia si bien es “normal” a nivel estadístico no es lo natural o lo esperable en términos de salud psicofísica…Se detectan en general los casos de maltrato infantojuvenil en los sectores de bajos recursos que asisten al servicio público de educación, vivienda, salud, bienestar social, pero quedan sepultadas bajo el silencio cómplice de las instituciones privadas el maltrato y el abuso infantojuvenil y femenino en las clases altas o medias altas, que pocas veces se denuncian…
Ya planteó Freud en su momento que el cachorro humano es el cachorro de mamífero que nace más débil de todos y que necesita del sostén, apoyo y protección del grupo humano que lo nutra, eduque, socialice y contenga, porque sino corre serio peligro de muerte…
Los procesos de exclusión socioeconómicos y culturales aumentan el índice de vulnerabilidad de los sectores de escasos recursos… Si existe un mundo violento afuera de la familia, es lógico que esa familia a nivel intrafamiliar reproduzca la violencia de la que es víctima afuera… Nadie elige ser un excluido social y los medios para ascender o incluirse socioeconómicamente son muy pocos, ya la educación dejó de ser el medio para lograr tal fin, en determinados barrios y zonas muchas veces la venta de droga al menudeo es la que asegura ganar algo de dinero…
El umbral de tolerancia de una sociedad para con la violencia es lo que marca la tipificación de los delitos en el Código Penal… Si bien hubo que esperar más de 30 años para que se enjuiciara y sentenciara como corresponde a los funcionarios de la represión en la última dictadura militar también hubo que esperar bastante para que los derechos estipulados en la Convención sobre los Derechos del Niño y la Ley de Protección Integral de las Niñas Niños y Adolescentes comiencen a respetarse…. No obstante esto, si bien se ha recorrido un camino muy largo, sobre todo a partir de la sanción y cumplimiento de la Ley de Violencia Familiar, existe todavía un camino muy arduo por recorrer…
Considerando como derechos prioritarios entre los sancionados por la Convención de los Derechos del Niño y por la Ley de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes: “el derecho a la vida”, “el derecho a la identidad”, “el derecho de opinar libremente y ser oído” y “el derecho a la dignidad y a la integridad personal”, trataré de trazar aquí un panorama actual lo más claro posible…
La cohabitación con familias violentas o, muchas veces, la vagancia en las calles o el vagabundeo (muchos eligen no volver o estar en casa lo menos posible) violan flagrantemente los derechos de estos niños… La falta de prevención de la violencia familiar, y del abuso sexual infantil, la falta de hogares-refugio para las víctimas, el no cumplimiento de la exclusión de hogar del familiar violento (muchas veces porque la víctima le franquea la puerta, muchas veces porque no hay control policial de la misma), el miedo a denunciar tanto de víctimas como de testigos calificados contribuyen a que el problema siga existiendo… Sin embargo y a pesar de todo esto desde la implementación de la Ley de Violencia Familiar muchos casos han podido resolverse logrando las víctimas separarse de la situación de abuso psicofísico… No obstante esto, la explosión de denuncias por maltrato y sobre todo de abuso sexual infantojuvenil en tribunales marca dos cosas: que los niños quedan para lo último y, que de los silencios que encubren todas las violencias (físicas y psíquicas) el silencio que “tapa” lo referido a lo sexual es el que más tarda en revelarse y/o descubrirse…
Así como hubo de esperarse durante muchos años el juicio a los represores de la última dictadura en los fueros correspondientes (Tribunales Federales) también hubo de esperarse mucho tiempo para que se empezara a denunciar el abuso sexual infantil… Aquí existe el mismo problema que respecto de otras denuncias de violencia intrafamiliar: en la población que asiste a servicios públicos muchas veces estas denuncias las hacen terceros calificados, en la población que acude al sistema privado muchas veces esas denuncias no se hacen nunca… En relación a este último delito, planteado tanto en la Declaración de Derechos Humanos como en la Convención de los Derechos del Niño como en la ley de Protección Integral de las Niñas Niños y Adolescentes, me parece el logro más digno tanto de la Convención de la ONU como de la Ley Nacional “el derecho a opinar libremente y a ser oído” ganado por los niños a lo largo de todo este proceso… Siempre se silenció al niño, por ser menor de edad, por no estar lo suficientemente maduro, por “tener demasiadas fantasías en la cabeza”… Me parece imprescindible que hoy, por hoy, un niño tenga el derecho de plantarse frente a un juez y pedir ser oído y poder hacer valer tanto sus palabras como sus propios derechos, en igual o mayor medida que los derechos de los seres humanos adultos… Este “recuperar la voz” de la niñez es imprescindible, tanto sea para posicionarse como sujeto de derechos, como así también para ejercer su capacidad de denuncia en tanto víctima de violaciones a los derechos humanos…

En cuanto al derecho a la identidad, ya se trabajó aquí algunas consideraciones respecto de los hijos de desaparecidos robados y adoptados en la última dictadura militar… A tal fin quiero subrayar que existen casos en donde se falsea la identidad ya sea por incesto intrafamiliar, por maternidad natural, por violaciones… Muchas veces una madre cría como hija propia a alguien que en realidad es hija de la hija adolescente, o hija de esa adolescente con el padre biológico… También existe la venta de bebés a parejas adoptantes con la connivencia y complicidad de agentes sanitarios y funcionarios judiciales… La construcción de una memoria propia junto con un proceso de subjetivación lo más verdadero posible me parecen imprescindibles para lograr una salud mental lo menos dañada posible…Recuperar la historia propia para poder significarse y simbolizarse en tanto sujeto de esa historia es imprescindible para poder construir el propio Yo… Es delito penal y constitucional falsificar los documentos públicos pero es condenar abiertamente a alguien a la locura el hecho de robarle a conciencia su propia identidad…

Para cerrar y en este sentido quiero subrayar el tema de la catástrofe de Haití en donde si bien la UNICEF, la ONU, y la UNESCO han intervenido en la forma más eficiente posible, muchos niños, además de perder su identidad han perdido además la posibilidad de llevar adelante una vida digna junto a su núcleo familiar de origen… Bien está legislado por la Convención de los Derechos del Niño que las adopciones de niños en situaciones de emergencia y de catástrofe deben hacerse de la forma más transparente y prolija posible… En aras de proteger los derechos de esos niños y en vista de proteger los derechos humanos de sus propios padres… Es sabido que existen organizaciones internacionales dedicadas al tráfico y venta ilegal de niños, muchos para ser dados en adopción, pero muchos también para prostitución infantil y tráfico de órganos…







BIBLIOGRAFIA:

- Artículos periodísticos: Diario, La Capital, Día 7/3/10,pág. 3, Diario Página 12, Días 25/1/10, pág 11 y 12, Día 21/2/10, Pág. 18 y 19, Rosario 12, Día 21/2/10, pág. 5, Pág. 12, Día 13/2/10, pág. 17, 20 y 36, Diario Pág. 12 Día 12/3/10, pág. 20 y 21, Suple Las 12, fecha 13/3/10, artículos varios.
- Asamblea General de las Naciones Unidas, “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, O.N.U., 1948.-
- Asamblea General de las Naciones Unidas, “Convención Sobre los Derechos del Niño”, O.N.U., 1990.-
- Asociación Argentina de Salud Mental, Posgrado en Psicopatología y Salud Mental, Bs. As., 2009.-
- Castex, Mariano, “El daño en psicopsiquiatría forense”, Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 2005.-
- Centro de Estudios Internacionales para el Desarrollo (CEID), “19 de Noviembre, Día Mundial para la Prevención del Abuso contra los Niños, Ed. Electrónica”, compiladores: Marcelo Javier de los Reyes, Irma Passarelli, Bs. As., 2009.-
- Galimberti, Diana, “Curso Interdisciplinario sobre Violencia”, Asociación Argentina de Salud Mental, Bs. As., 2009.-
- Organización de Estados Americanos (O.E.A.), Pacto de San José de Costa Rica, sancionado en 1968 y promulgado como ley del estado provincial el 26/12/91.-
- Poder Ejecutivo Nacional: Ley 22278, Régimen penal de la minoridad, promulgada el 25/8/80.-
- Poder Legislativo Provincial, Ley 11452, Código Procesal del Menor, promulgada el 20/12/91.-
- Poder Legislativo Provincial, Ley 11529, Ley de Violencia Familiar, promulgada el 26/12/97.-
- Poder Legislativo Nacional, Ley 26061, Ley de Protección Integral de las niñas, niños y adolescentes, promulgada el 21/10/05.-
- Sigmund Freud, Obras Completas, Editorial Amorrortu, Bs. As.,1984.-

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“Historia y trauma”

Congreso: Internacional “Trauma, historia y subjetividad”

Autor: Psicóloga Mariana Miranda – Rosario- Sta. Fe - Argentina

Ya desde los primeros estudios y tratamientos sobre la histeria que realizara Charcot en
la 2ª mitad del siglo XIX en el Hospital de la Salpetriêre en Francia se planteó una relación
íntima y causal entre los acontecimientos olvidados (reprimidos) y el surgimiento del síntoma
(en este caso la patología histérica).
Es Sigmund Freud quien empieza estudiando y colaborando con Breuler y Charcot y
partiendo desde allí, en un principio y al igual que sus colegas utilizando la hipnosis como
técnica y luego el método psicoanalítico (técnicas de asociación libre y atención flotante) el
que concluye que determinados acontecimientos históricos son reprimidos por algún motivo y
desde allí producen un efecto etiopatológico con la consecuente aparición de síntomas: en la
histeria síntomas corporales (de conversión, de anestesia, de parálisis, de sordera o ceguera,
de dolor, etc.)
Ya en el “Proyecto de una Psicología para Neurólogos” (su primer escrito metapsicológico
en 1895) plantea Freud el mecanismo de funcionamiento de la memoria en base a
la censura y a la represión yoicas de los acontecimientos que tienen que ver con la
satisfacción del deseo libidinal y el funcionamiento del ello. Luego sigue desarrollando en
sus escritos de metapsicología, ya sea en los de la 1ª Tópica (“La interpretación de los
sueños”,1900, “Psicopatología de la vida cotidiana”,1901) como en los de la 2ª ( “Más allá
del Principio del Placer”, 1920, “El yo y el ello”, 1923) el mecanismo funcional entre cargas
energéticas basado inicialmente en el principio de homeostasis (toda la energía psíquica
apunta a mantener el estado de nirvana manteniendo el equilibrio entre cargas y contracargas
1
del aparato psíquico) y diferenciando luego la pulsión en dos tipos de pulsiones: el eros y el
thanatos, el Eros trabaja para preservar la vida (instinto de autoconservación de la especie
humana) y el Thanatos trabaja para lograr la muerte (instinto autodestructivo del hombre).
Es a partir del estudio de las neurosis de la Primera Guerra Mundial (1919) y de la 2ª
tópica que va dejando de lado la explicación de la eficacia traumática del acontecimiento
por un trauma primero reprimido en la primera infancia y que tiene efecto retroactivo sobre
el segundo trauma (el más reciente temporalmente) sobredimensionando y potenciando su
eficacia traumática y etiopatológica, tal cual lo concibiera en sus primeros estudios sobre
las histerias. A partir de esto (2ª tópica freudiana) sobrepotencia y dimensiona el efecto del
trauma por el peligro de muerte que el acontecimiento vivenciado produjo.
A mayor peligro mortal del acontecimiento vivenciado mayor es la eficacia del trauma.
El intento fallido del aparato psíquico por poder lograr otra vez el principio de homeostasis
(estado de equilibrio energético entre las cargas y contracargas de los distintos sistemas
psíquicos) aparece en la clínica en los sueños de angustia a repetición, las imágenes
hipnagógicas (ensoñación diurna) con imágenes del evento traumático, sintomatología propia
del registro de la señal de alarma (peligro de muerte) cortical al sistema neurovegetativo
(taquicardia, sudoración fría, mareos, desmayos o sensación de desmayo, dolor en la boca
del estómago, acidez estomacal, etc.)
Tal cual lo plantea Laplanche y Pontalis el acontecimiento traumático es el que no
puede ser abreaccionado energéticamente por el aparato psíquico y queda reprimido
en el inconciente porque tiene un montante de energía tan grande que es imposible de
abreaccionar por el yo conciente. El retorno continuo al momento del acontecimiento
traumático por el aparato psíquico son intentos desesperados y fallidos de elaborar el
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montante de angustia que ese acontecimiento produjo (peligro de muerte por el que pasó el
sujeto en cuestión).

El encuentro con neurosis postraumáticas en la clínica es muy frecuente: todos los seres
humanos a lo largo de su vida han pasado por acontecimientos más o menos traumáticos
según:

1) – su grado de peligrosidad mortal
2) – los acontecimientos traumáticos vivenciados previamente (biografía histórica
individual de cada sujeto)
3) – la estructura psíquica que la persona presenta (grado de premorbidad singular)
Los acontecimientos biográficos más traumáticos a nivel epidemiológico son: los
accidentes de tránsito, las víctimas de la guerra o excombatientes en guerras, víctimas de
catástrofes naturales o atentados terroristas, víctimas de delitos de lesa humanidad como la
desaparición de personas, tortura, violaciones a los derechos humanos, los asesinatos, los
ataques a mano armada, el abuso sexual infantojuvenil o no y las violaciones.
Es decir que los acontecimientos más mortales son los más etiopatológicos para la salud
mental de las personas.

La angustia de muerte que engendra una colisión vehicular, un ataque a mano armada, un
incendio o un terremoto es imposible de tramitar por el aparato psíquico y queda produciendo
síntomas.

Investigaciones tanto en excombatientes de Malvinas como en accidentados de tránsito o
víctimas de violaciones (tanto sexuales como de derechos humanos) revelan que la eficacia
del trauma pasa por no poder nombrar (poner en palabras) los acontecimientos y sí presentar
las víctimas sintomatología neurovegetativa (mareos, taquicardia, acidez estomacal) y
3
pesadillas, fobias, depresiones. Todo esto marca una imposibilidad absoluta de parte de
las víctimas de poder tramitar saludablemente la angustia que produjo el acontecimiento
traumático.

A nivel psicológico existen tres tipos de salida para elaborar un trauma:

1) – El silencio o el mutismo (el no poder ponerlo en palabras).
2) – El reenvío constante al momento de vivenciar el acontecimiento traumático.
3) – La desafectivización (la distancia afectiva del discurso al narrar el acontecimiento)

Esto tiene que ver con una distancia afectiva que permite negar, no involucrarse, sería
una suerte de enajenación mental.
En todos los casos la angustia padecida es angustia de muerte provocada por la
peligrosidad mortal del hecho o acontecimiento.
Todas las angustias son, en última instancia, angustia de muerte.
Por eso en todos los casos existen y persisten síntomas de tipo neurovegetativo que
tienen que ver con la producción de la señal de alarma (captación psicológica y cerebral
del peligro de muerte) en la corteza cerebral y su propagación al eje hipotálamo- hipófiso-
suprarrenal, propia del agente stresor (momento de captación del pánico (peligro de
muerte) y posterior reacción neurofisiológica y psicológica)
Siempre hay un beneficio secundario de la enfermedad, siempre hay una discapacidad
psicológica grave resultante del acontecimiento traumático que también está relacionada
tanto con la estructura premórbida del sujeto que pasa por el acontecimiento, como por los
acontecimientos traumáticos previos (historia biográfica individual de cada uno) y por la
dimensión mortal (el grado de peligrosidad) del acontecimiento padecido.
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BIBLIOGRAFIA:
-
Sigmund Freud, “Obras Completas”, Editorial Amorrortu, Bs. As., 1984.-
-
Laplanche y Pontalis, “Diccionario de Psicoanálisis”, Editorial Labor, Barcelona, 1981.-
-
Mariano Castex, “El daño en psicopsiquiatría forense”, Ediciones Ad-Hoc, Bs. As, 2005.-
-
D.S. M.IV “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales”, Organización
Mundial de la Salud.-
-
Sivak, Roberto, Apuntes Curso Estrés, trauma psíquico e intervención en desastres,
Asociación Argentina de Salud Mental, 2010.-


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