martes, 21 de septiembre de 2010

Presentación:




El lunes 4 de octubre, a las 20:15 horas, en la Sala “C” Alcides Greca del Centro Cultural Bernardino Rivadavia, San Martín 1080, se presentará el libro de poemas “Bagualas para mi tierra”, de la escritora Mariana Miranda, editado por la Editorial de la Universidad Nacional de Rosario.

Presentará la obra el periodista Osvaldo Noval.

Sobre el libro:

"Mariana Miranda le canta a “la tierra”, ese territorio que nos abraza y nos cobija, aunque a veces no nos deja ver al “otro”. Ese otro que atraviesa las calles sin sombra, sin voz y con la panza vacía. Mariana les pone palabras a las frases que pocos se animan a pronunciar, nos susurra una caricia del lenguaje y nos sumerge en la vida misma, con sus riquezas y miserias, sus saudades y nostalgias, con su presente azaroso y su pasado mágico. La escritora se confunde en la mirada impaciente de quienes ven “un cielo plano en donde todo miente”. La fuerza de su poesía no es solo estética, es un grito, un llamado de atención, una esperanza y una ráfaga de luz que descubre los intersticios de una sociedad que mira hacia otro lado para esconder sus miserias y cobardías. Mariana impone valentía en sus palabras punzantes, en el descanso de expresiones corrientes que nos llegan hasta el alma, para recorrer la conciencia en busca de manos hacedoras, bienhechoras, defensoras a ultranza de las causas nobles. “Bagualas para mi tierra” es la épica de un corazón que piensa."

Osvaldo Noval

marianamiranda66@gmail.com


Más información en http://psi-marianamiranda.blogspot.com/


viernes, 9 de julio de 2010

Cuento:


IMÁGENES


(Premio Publicación, Mención Finalista, VII Premio Internacional de Cuentos “Ana María Matute”, Madrid, España, 1995, Ediciones Torremozas, reeditado en “Muertita y otros cuentos”, Ed. Del Dock, Bs. As., 2008)


Los primeros en reaccionar fueron los angelitos azules de la plaza desierta.
Como casi nunca habían sentido nada en toda su entera vida, al primer escozor en la espalda se asustaron, casi como la primera vez en que los truenos y relámpagos los tocaron con sus voces y luces en la primera tormenta brava del verano.
Pero luego se habituaron.
En la fuente vieja de la plaza vacía ya no les quedaba ningún otro remedio que adaptarse a las prerrogativas del Destino.
Y el primer escozor en la espalda lo sintieron casi tan extraño como si hubiera venido su escultor para mostrarles el pedazo de piedra original del que habían salido, hacía centenares de años atrás, (porque eran ángeles antiguos, casi, como la misma ciudad), en algún taller recóndito
de alguna Europa desvencijada, allende los mares, cansada de aterirse hasta los tuétanos de obras de arte valiosísimas de autores anónimos.
Y casi tan extraño como aquel trozo de piedra en bruto les resultó el escalofrío, primero en la nuca, luego en toda la columna vertebral, que se les deslizó lentamente, suavemente, desde el primer rulo hasta el coxis.
Pero el escalofrío no era sino el preludio de una importante puesta en escena de algún genial autor teatral, otra vez, como es natural, completamente anónimo.
Y como dicen que los genios permanecen en el recóndito olvido de lo inédito, se les hizo difíci9l, muy difícil, cada vez más difícil, a los tiernos angelitos azules de la plaza vacía comprender algo, aunque fuera algo mínimo, de todo aquel escándalo.
Pero el escándalo prosiguió, a luz y a sombra, bajo las tinieblas de la noche y en los mediodías hartos de sudor en donde hasta las piedras, reclamaban, en un mínimo de consideración piadosa, algo de agua.
Y del escándalo estrepitoso sólo quedaron, como es menester, algunos fantasmas convertidos en recuerdos, cansados de deshilacharse en filamentos de olvidos por las callejas desiertas y polvorientas, reclamando por las presencias antiquísimas de los antiguos ángeles, minusválidos y marchitos, ateridos de frío y/o de calor, según las inclemencias climáticas correspondientes, desde su pétrea presencia atornillada alaa fuente de la plaza vacía de transeúntes y paseanderos, de perros y gatos, hasta de pájaros, que con cocinarse al sol en la plaza ya no querían saber más nada y, por lo tanto, se contentaban con airearse desde la cima de algún modesto pinito, de aquéllos que había por el campo de Torres, lejos del centro de la ciudad.
Y el escándalo fue, precisamente, que en el mediodía harto de sol, sintieron los angelitos tiernos los primeros escozores de algo inédito y desconocido completamente para ellos, algo así como un escalofrío, ¿viste?, algo de lo que no tenían ni la más mínima puta idea de lo que podía llegar a ser, y lo sintieron tan bien, y lo sintieron tan dulce y tierno que un ligero goce les erizó la piel completa en toda su más cabal existencia, y ahí sintieron los angelitos que no todo era piedra, ni cemento, ni roca, ni mármol frío y azul, sino que también existía una nueva dimensión desconocida para ellos, ajena a su historia olvidada y enterrada en la fuente de la plaza vieja, una dimensión que olía, sentía, palpaba, tocaba y reía, desde su más completa carcajada, el aliento finísimo de los dioses del Olimpo que en otra más de sus incontables excursiones terrestres, volvían a aparecérseles para soplarles en las caras sus más finísimas mieles.


La reacción fue gozosa, casi mística diría.
Un sabor a néctares profanos encendió la columna vertebral de los ángeles (su columna vertebral entera, claro está) y junto a ella sus musculitos de piedra también se prendieron fuego y hete aquí, que en un escozor tan erótico como incontenible, los angelitos azules de la plaza vacía empezaron a emprender, vehementemente, sus primeros y torpes movimientos en el Planeta Tierra, porque, claro está, nosotros sabíamos que ellos habían sabido nadar ágilmente en las aguas diáfanas de la Atlántida misma, pero, por los diversos avatares del Cosmos y del “Dios mediante” clásico, habían terminado por estacionarse en la fuente de nuestra plaza vacía.

Claro que nuestro asombro fue más lejos, no sólo cuando nos enteramos de que los angelitos de la plaza habían partido gateando por las callejas candentes del sol, ensuciándose hasta los últimos mármoles de tierra caliente y polvorienta, sino que, cuando en el noticiero de la noche, el de las 20 horas, la señora rubia que se sonríe como si los muertos que anunciara fueran una causa para tener los mejores dientes del mundo (no dice el nombre comercial de ningún dentífrico, eso por lo menos, todavía no), anunció, entre risueña y decepcionada, que las dos grandes esculturas de mármol, apodadas “los gigantes” que hacían guardia puntualmente de 0 a 24 hs. frente al Museo de Arte de la ciudad, habían desaparecido misteriosamente ayer a la madrugada, sin que ningún vecino del parque fuera capaz de dar algún testimonio valedero y cierto, acerca de los posibles terroristas iraquíes que se habían llevado sus partes desarmadas, y la única información que habían logrado recabar especificaba que sólo un croto había dicho “ver los dos gigantes gateando entre los semáforos, aplastando el césped de los canteros y las rayas blancas de la Pellegrini rumbo al Monumento a la Bandera” pero claro que ya casi nadie creía lo que decía el croto porque ya para la madrugada se había emborrachado tanto que el Universo entero se le movía.
Pero a pesar de esto, tampoco creyeron en la fidedigna palabra del médico forense Dr. Felisberto Hernández, quien tenía sobradas pruebas (las cuales expuso fielmente frente a las cámaras del noticiero nocturno) de que efectivamente los gigantes de piedra se habían ido de su lugar gateando (o por lo menos arrastrándose) teniendo en cuenta el grado de hundimiento del piso y los graves destrozos que habían provocado en canteros, veredas y alumbrado público, pero esto no era, sin lugar a dudas, lo peor; lo peor era, justamente, que dadas algunas características específicas del laguito de enfrente y del jardín japonés, los gigantes no sólo destruyeron las jaulas y los rosales dejando escapar a todos los pájaros, sino que encima habían tenido la grave osadía de llevar por la fuerza a la grácil y lánguida figurilla de la señorita Blanca que descansaba sus curvas descaradamente a la vista de toda la ciudad, en la rotonda de la Gran Avenida y el Boulevard Oroño, frente a la cantidad de curiosos que quisieran observarla (y vaya a saber Dios qué es lo que habían hecho estos pervertidos con la señorita Blanca, ella que es tan casta y erógena a la vez), aunque corría entre las voces populares que era perfectamente usual que los gigantes cruzaran la avenida (de a uno y por turno, por supuesto) para amarla hasta el hartazgo y extasiarse en sus ardores vaginales para volver luego a su sitio (como si nada) y seguir estáticos en su posición expectante para ceder el paso al otro gigante y así sucesivamente (aunque afirman los vecinos que esto sucedía solamente en las fiestas y feriados y domingos de guardar, ya que los gigantes eran muy celosos guardadores de su tarea de cuidar fielmente el portal del Museo Arte de la ciudad).

Y por más que vinieron peritos arquitectos e ingenieros notabilísimos, ninguno lograba llegar a sonsacar una conclusión coherente racional y creíble de lo acontecido ya que los únicos hechos en realidad eran que las estatuas habían desaparecido y que todo alrededor de sus pedestales estaba destrozado, tal cual si ellas se hubieran ido arrastrando, a lo largo de todo el Parque Independencia y por la Pellegrini rumbo al Monumento a la Bandera, pero sin embargo, como era casi imposible que un ingeniero y un arquitecto se pusieran de acuerdo, surgieron muchas versiones contradictorias acerca de la inexistencia de la materia y la vida íntima de los monumentos municipales, versiones cuya extensión sería imposible detallar aquí para una comprensión más fidedigna de parte de nuestros señores lectores.
Pero nuestro asombro más claro se produjo cuando el domingo, mientras entrábamos a la misa, nos dimos cuenta de que no sólo todas las iglesias (en general) presentaban graves hundimientos en los pisos y destrozos varios sino que cuando fuimos a rezarle al Cristo de la Cruz y a la Virgencita María del altar de la derecha nos encontramos con que ya no estaban, ni ellos ni el San José ni el el San Juan Bautista ni el Santo de las Pelotas y entonces nos dimos cuenta de que cuando el cura decía la misa no estaba tomado como solía suceder de habitual en la mayoría de los domingos sino que realmente lo que él declamaba acérrimamente desde el púlpito (al menos esta vez) era la más pura y fidedigna de todas las verdades: a las estatuas de la Iglesia también les había agarrado el escozor erótico de la vida por la espalda (empezando por las vértebras del cuello y culminando en las del coxis, como es de suponer) y en un escándalo estrepitosos de yesos, mármoles, rocas y maderas ambulantes habíanse arrastrado (gateando, como parecía ser justamente su medio de locomoción predilecta por lo menos en esta arcaica etapa de su infancia inaugurada) desde donde estaban guardando la Casa de Dios y la Fe Católica para agarrar y abrir entre todos la inmensa puerta de quebracho y hierro y salir en estampida calamitosa y arrolladora hacia el Monumento a la Bandera, lugar en donde parecían haberse citado ya, todas las estatuas de nuestras plazas públicas, parques y edificios.
Pero como no nos terminábamos de resignar a creer en semejante locura, fue necesario que viéramos con nuestros mismos ojos espantados, la procesión interminable de santos, santitas, santotes, y las imágenes religiosas de los ritos más diversos y extraños, además de las estatuitas de todos los enanos y las Venus (alguna Blancanieves de vez en cuando) que habitaban nuestros jardines y plazas domingueras que parecían (obviamente) haberse puesto de acuerdo para cobrar vida todos a un tiempo y concentrarse (o al menos eso creíamos) en el monumento más grande de nuestra ciudad.
Lloraban a moco suelto los turcos y gitanas de las santerías y yeserías: toda su mercadería almacenada en una larga vida de trabajo empecinado y guardada cuidadosamente del más mínimo roce, de la más mínima resquebrajadura, andaba suelta por las calles como Pancho por su casa, arrastrando las manos y las rodillas salvajemente por todos los adoquines de la ciudad, abandonando descaradamente sus respectivos hogares paternos y/o maternos sin ninguna (aparentemente) esperanza de volver y llenándose de mataduras, moretones, resquebrajaduras y raspones de pintura por todas las partes de su anatomía mineral.
Sin embargo ellas rodaban felices, gateando y laleando como criaturas, es más, las escuchábamos entonar algo así como el “arroz-con-leche-me-quiero-casar” mientras rumbeaban decididamente y sin ningún tipo de titubeos hacia su lugar de encuentro, lugar al que váyase a saber cuál registro mnémico grabado a fuego en su debutante memoria las comandaba ineludiblemente a acudir.

Con asombro y admiración descubrimos que ellas no iban (como todos creímos, incluido el Intendente, el Jefe de Policía, el Comandante de la Gendarmería Federal, etcétera) al Monumento a la Bandera, ya que en él se había montado un operativo rastrillo imposible de eludir, mucho más para un ejército de estatuas gateantes e infantiles, sino que su verdadero objetivo era llegar hasta el río, claro que, cuando empezaron a zambullirse en las profundas y bravas aguas marrones del Paraná inmenso, nosotros, los que habíamos seguido con un entusiasmo atroz su loca carrera apasionada a través de toda la anatomía de la ciudad convulsionada por las sirenas de la policía y los bomberos y ambulancias y las alarmas antirrobo de los negocios más paquetes del Paseo del Siglo, nosotros que las habíamos seguido hasta allí, empeñando en ello nuestra propia vida, ya que tuvimos que arriesgarnos a los tiros entrecruzados de los policías y los gendarmes que se empeñaban en tratar de detenerlas a toda costa, nosotros que nos fuimos acercando mientras ellas estaban allí, risueñas y caóticas, plenas de vida y de erotismo en sus antiguas arquitecturas pétreas, esta vez omnívoras de los sentimientos y las sensaciones más disímiles, nosotros nos sentimos los seres más estafados del mundo cuando las vimos llegar a la costa y desde allí, desde los muelles desiertos, iniciar zambullidas feroces y acrobáticas, zambullidas audaces que delataban, que, desde un principio y antes de su llegada a la Tierra, ellas eran seres acuáticos (aún las de yeso, sólo que por un determinado estado anímico eran capaces de no deshacerse en las profundidades fluviales),seres vivaces y longilíneos que sabían desplazarse bajo las aguas rápidas y no cristalinas de un Paraná magnánimo y dulce que las recibía, otra vez, bajo el fiel cometido de ser su guardador empedernido y su más ardiente defensor hasta que ellas, otra vez, atolondradas por tantas corrientes disímiles y tantos brazos enredados entre las islas del Delta, fueran capaces de encontrar, entre tanto tumulto de aguas, otra vez, su camino de regreso hacia la Atlántida, continente del cual, sin lugar a dudas, ni bajo ninguna circunstancia jamás hubieran debido salir.
Y nos quedamos ahí, hartos de tantas esperanzas desperdiciadas inútilmente en objetivos sin causa, y desde allí, atolondrados hasta en lo más profundo de nuestra humanidad pensante, empezamos a volver, después de haber visto zambullirse de bombita al último de los enanitos de jardín que quedaba sobre el muelle, ya desierto de imágenes minerales, con la más íntima y grande de todas las resignaciones posibles: la de sabernos convencidos, hasta las raíces de nuestros tuétanos, que nunca más, en nuestra gran ciudad, alguna vez, iba a haber estatuas…

Mariana Miranda

miércoles, 7 de julio de 2010

“Memorias, Subjetividades y Cambio Social”

Primera Jornada de Salud Mental y Derechos Humanos del Colegio de Psicólogos
de la Provincia de Santa Fe de la 2da. Circunscripción:


“Memorias, Subjetividades y Cambio Social”


Rosario, 14 y 15 de mayo de 2010


Efectos etiopatogénicos de las violaciones a los derechos humanos en las niñas, niños y adolescentes en la coyuntura local actual:
Autora: Psicóloga Mariana Miranda – Mat. 1717- Supervisora de Psicología Forense. Miembro del Instituto de Psicología en el campo de lo jurídico, Colegio de Psicólogos de Rosario. Perito de Oficio (auxiliar de justicia) desde hace 18 años. Psicóloga clínica y forense desde hace 18 / 19 años.

A modo introductorio plantearé aquí que la Asamblea General de las Naciones Unidas declara en el Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (aprobada y proclamada el 10 de diciembre de 1948) que “el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, libres del temor y la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias”.
A tal fin, existiendo una concepción común de estos derechos y libertades los Estados Miembros aseguran y promueven el cumplimiento efectivo de estos derechos y libertades “considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”.

Teniendo en cuenta como derecho primordial el sancionado en el artículo 3 de la mencionada Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.”, trataré de desarrollar aquí algunas mínimas cuestiones que atañen tanto a la trasgresión y a la violación de los derechos humanos en condiciones específicas como a su repercusión en el aparato psíquico humano en lo que a Salud Mental se refiere…
Es notable señalar que si bien la Asamblea General de las Naciones Unidas plantea claramente en la primera frase del precitado Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconocer “la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana” existe un tiempo de espera, mucho más que largo, hasta que la misma Asamblea sanciona la Convención sobre los Derechos del Niño recién el 20 de noviembre de 1989 (más de 40 años después), la cual entra en vigencia a partir del 2 de setiembre de 1990… De más está decir que quedan baches legislativos internacionales respecto de los derechos de la mujer y respecto de los derechos de los ancianos… No hace demasiado tiempo que se empezó a considerar “víctimas” tanto a los niños y a la mujer como a la población de la tercera edad reconociendo a través del sistema legislativo tanto su especificidad genérica (violencia de género) como etaria (especificidad jurídica respecto de la edad). El pedido de reconocimiento por parte de Organizaciones No Gubernamentales que tratan la violencia contra la mujer de la figura legal del “femicidio” en el Código Penal Argentino es consecuencia de esto y una derivación necesaria de la

Ley de Violencia Familiar implementada desde hace ya varios años….

Es a partir del reconocimiento legislativo internacional de los derechos humanos en calidad de tales que se adecúan los sistemas legislativos nacionales de los Estados Miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas generando, a grandes rasgos, un doble efecto:

- Por un lado el enjuiciamiento de la persona que cometió el delito y, con ello, la punición penal que corresponda (en las condiciones y circunstancias específicas de que se trate cada caso y por los órganos jurisdiccionales que correspondan).
- Por el otro, y volviendo al tema que nos convoca, los efectos patológicos de la violación de esos mismos derechos y libertades en la salud mental de sus víctimas.

Sería una negligencia muy grande de mi parte no subrayar aquí que en la República Argentina debieron de esperarse más de 30 años para que los militares que actuaron durante la última dictadura fueran enjuiciados y sentenciados por los crímenes de lesa humanidad cometidos….
Es decir, que por más que existan las legislaciones correspondientes, muchas veces, es necesario esperar que se den determinadas condiciones sociopolíticas coyunturales e históricas para poder enjuiciar y ajusticiar con ello según lo que la ley dictamine…
El secuestro y la desaparición de personas organizados desde el aparato represivo estatal del gobierno de facto, junto con la sistematización de la tortura (con la asesoría aberrante de médicos y sacerdotes implicados), fueron la metodología imperante durante todo el Proceso de Reorganización Nacional… Esta metodología implementada como “terrorismo de Estado” no tenía otra finalidad que “aniquilar la subversión” (léase: exterminar todo tipo de ideología comunista y, junto con ello los militantes políticos de la izquierda argentina, sean del partido que fueran).
Si bien la democracia se reestablece en 1983, recién ahora, en el período 2009 -2010 se dieron las condiciones políticas y jurídicas para procesar judicialmente a los responsables de las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar…
Sin embargo, parece como que desde las sombras el ex terrorismo de estado continúa implementando su accionar: la desaparición de Julio López, cuyo cuerpo nunca fue encontrado, la “extraña” muerte del fotógrafo José Luis Cabezas, que nunca terminó de esclarecerse, el último ataque (y robo de documental y archivos de informática) a la Secretaría de Derechos Humanos en Bs. As…En fin, una serie de acontecimientos que parecen demostrar que los nostálgicos de la represión, a más de 30 años de la misma, siguen actuando…
Es meritorio el accionar de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que en una lucha denodada y activa supieron organizarse y pelear por los derechos humanos tanto de sus hijos como de sus nietos desde el primer momento de la primera desaparición en la Argentina… Así, estas madres y abuelas (en un principio, amas de casa) mal llamadas antes “las locas de la plaza” manejan hoy por hoy el banco de datos genético más importante de la República Argentina y han logrado restituir la identidad, y junto con ello, la memoria y la familia de origen, su propia historia, a muchos niños secuestrados o nacidos en cautiverio durante esos años…
El daño psíquico en lo que a Salud Mental se refiere en estos casos además de monstruoso es aberrante: muchos niños fueron adoptados por los mismos torturadores y asesinos de sus padres biológicos… Los que tuvieron más suerte fueron dados en adopción… Entrar a la juventud o a la adolescencia con un replanteo crítico que borra de un plumazo toda la identidad construida hasta ese momento y tratar de reconstruir una historia silenciada hasta entonces, y, junto con ello, una subjetividad lo menos dañada posible, no es para cualquiera… De ahí que muchos no quieran hacerse los análisis de ADN ni saber nada de la familia biológica… Si es muy loco la metodología de “desaparecer personas” (no se puede simbolizar lo que no está registrado desde lo real: si no hay cadáver el trabajo del duelo es imposible), es mucho más loco ser criado por los asesinos y torturadores de sus propios padres con una identidad completamente falsa…
Desde la teoría energética que regula el principio de homeostasis del aparato psíquico freudiano, un trauma es lo suficientemente efectivo cuando su monto libidinal es imposible de abreaccionar en forma medianamente saludable y socialmente aceptable por la víctima de ese trauma…El trauma es mayor cuanto más peligro de muerte engendra el acontecimiento padecido…Es decir que hay un montante de energía (catexias libidinales) que no puede ser evacuada y queda en el inconciente actuando como trauma…El intento de elaborarlo por parte de la psiquis produce el reenvío a la situación traumática con todo lo que ello implica (pesadillas, imágenes reiteradas del evento, insomnio, problemas sexuales, angustia) conformando así una neurosis traumática. Esto, en términos de salud mental no sólo daña al aparato psíquico sino que además merma notablemente el desarrollo psicosocial y emocional de la persona traumada (se ve en accidentados de tránsito, víctimas de catástrofes climáticas, refugiados y víctimas de guerra, víctimas de tortura y delitos de lesa humanidad)
En cuanto a la Salud Mental la OMS la define como “un estado sujeto a fluctuaciones provenientes de factores biológicos y sociales, en que el individuo se encuentra en condiciones de conseguir una síntesis satisfactoria de sus tendencias instintivas, potencialmente antagónicas, así como de formar y mantener relaciones armoniosas con los demás y participar constructivamente en los cambios que puedan introducirse en su medio ambiente físico y social”.
Erich Fromm ofrece una doble perspectiva: “desde el punto de vista social, una persona será normal si es capaz de desempeñar en la sociedad la función que le atañe, es decir, si es capaz de participar en el proceso de producción de dicha sociedad. En cambio, desde el punto de vista individual, salud o normalidad es el óptimo desarrollo y felicidad del individuo.”
Es decir que se retoma en ambos conceptos la lucha interna ya planteada por Freud en “Psicología de las masas y análisis del Yo” y “El malestar en la cultura” entre el sujeto y la sociedad y el Yo y la satisfacción de las pulsiones… No es lo mismo estar “adaptado” socialmente que ser una persona psíquicamente sana…
Considerando que las transgresiones a los derechos humanos son etiopatogénicas para sus víctimas en lo que a salud mental se refiere, quiero centrarme aquí en las violaciones a los derechos humanos en los niños, niñas y adolescentes en la actual coyuntura socioeconómica e histórica actual.

Ya se planteó aquí que si bien la Asamblea de la ONU considera “los derechos iguales e inalienables en todos los miembros de la familia humana”, la misma Asamblea declara la Convención sobre los Derechos del Niño más de 40 años después…(en 1989).Nuestro Poder Legislativo Nacional adecúa los derechos estipulados en dicha Convención en la Ley 26061: LEY DE PROTECCION INTEGRAL DE LOS DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES, sancionada el 28 de setiembre del 2005, la cual deroga en su mayor medida la ley 22278 basada en el antiguo patronato de menores…. La diferencia sustancial entre ambas leyes es que una toma al niño como objeto de protección (la antigua ley del patronato), la ley nueva es la que considera al niño sujeto de derechos, el estado reconoce que los padres y tutores son responsables de su protección, a la vez, el niño tiene (art. 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, y art. 24 de la Ley de Protección Integral de las niñas niños y adolescentes), “el derecho de opinar libremente y de ser oído”.

Junto con este derecho, tomaré dos derechos más que me parecen fundamentales: el primero, “el derecho a la vida” (art. 6 de la Convención sobre los Derechos del Niño, y art. 8 de la Ley de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes) y el segundo “el derecho a la identidad” (Art. 8 de la Convención sobre los Derechos del Niño y art. 11 de la Ley de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes).

Me parece primordial incluir aquí también “el derecho a la dignidad y a la integridad personal” (Art. 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño y art. 9 de la Ley de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes).
Teniendo como vectores principales estos derechos y a la luz de la presente legislación trataré de trazar un panorama actual de la situación de la niñez en nuestra ciudad…
Rosario ha tenido en los últimos años una explosión demográfica mucho más que importante… Si bien el crecimiento urbano ha sido determinado en estos últimos diez años por fondos de la industria sojera y, con ellos, el“ boom de la construcción”, ya había empezado a crecer notablemente desde los años `90, años en que las políticas neoliberales determinaron, en gran medida, la pérdida masiva de empleo real y la migración, también masiva, de habitantes del Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Santiago, y sobre todo, el norte de la provincia de Santa Fe hacia nuestra ciudad… El crecimiento desparejo y caótico de la ciudad, tanto en lo relativo a edificios (más céntricos y actuales) como a las mal llamadas “villas de emergencia” (en barrios crónicos) determinan un conglomerado urbano desordenado…
Como dije antes, la exacerbación de la pobreza determinó la migración masiva hacia la ciudad de sectores ajenos a la misma… Estas migraciones trajeron el engrosamiento de la población en villas de emergencia (normalmente un pariente viene primero y empieza a traer a casi toda la parentela luego) y, junto con ello, la población que busca asistencia sanitaria, educación pública, bienestar social, en los organismos oficiales que corresponden… Esto produce no solo una saturación del sistema en sí mismo sino, además, un agotamiento del personal que actúan en él, ya sea en salud, bienestar social, educación o justicia…
La mayoría de estas familias están constituidas por mujeres multíparas sin pareja estable… El cartoneo y la mendicidad, que son los “rebusques” más frecuentes de estas familias, a la vez que el cobro del plan social, lleva a sus niños a pasar mucho tiempo en la calle, por más que vayan a la escuela, muchas veces van a comer, y, más tarde o más temprano, sobre todo por fracaso escolar y repitencia, desertan de la escuela primaria…
Tanto el vagabundeo en las calles como la cohabitación en viviendas precarias con familias numerosas y, en general, violentas, son etiopatogénicas para los niños… La existencia de muchas madres-niñas, la figura del hombre alcohólico crónico y golpeador (en general el padre o concubino), la desnutrición hereditaria y actual, el analfabetismo o la falta de escolaridad, el abuso, tanto físico como sexual y psicológico, en fin, todo ello son factores que violan flagrantemente los derechos humanos de estos niños… Estoy de acuerdo con la Trabajadora Social Susana Lévy que plantea el tema de la naturalización de la violencia a nivel intrafamiliar y a nivel intergeneracional en por lo menos tres generaciones consecutivas de violentos maltratadores y víctimas de violencia familiar. Hay un proceso de identificación intracultural tanto del niño para con el hombre violento como de la niña para con la mujer víctima de maltrato, por ello es común que los agentes sanitarios o educadores sepan o tomen como “natural” que los vínculos de parentesco determinen la naturaleza violenta de la población que tienen a su cargo. Para desnaturalizar esto es imprescindible un trabajo en conjunto tanto con los terceros calificados (agentes sanitarios, trabajadores sociales, educadores) como con las familias para que se tome conciencia de que la situación de violencia si bien es “normal” a nivel estadístico no es lo natural o lo esperable en términos de salud psicofísica…Se detectan en general los casos de maltrato infantojuvenil en los sectores de bajos recursos que asisten al servicio público de educación, vivienda, salud, bienestar social, pero quedan sepultadas bajo el silencio cómplice de las instituciones privadas el maltrato y el abuso infantojuvenil y femenino en las clases altas o medias altas, que pocas veces se denuncian…
Ya planteó Freud en su momento que el cachorro humano es el cachorro de mamífero que nace más débil de todos y que necesita del sostén, apoyo y protección del grupo humano que lo nutra, eduque, socialice y contenga, porque sino corre serio peligro de muerte…
Los procesos de exclusión socioeconómicos y culturales aumentan el índice de vulnerabilidad de los sectores de escasos recursos… Si existe un mundo violento afuera de la familia, es lógico que esa familia a nivel intrafamiliar reproduzca la violencia de la que es víctima afuera… Nadie elige ser un excluido social y los medios para ascender o incluirse socioeconómicamente son muy pocos, ya la educación dejó de ser el medio para lograr tal fin, en determinados barrios y zonas muchas veces la venta de droga al menudeo es la que asegura ganar algo de dinero…
El umbral de tolerancia de una sociedad para con la violencia es lo que marca la tipificación de los delitos en el Código Penal… Si bien hubo que esperar más de 30 años para que se enjuiciara y sentenciara como corresponde a los funcionarios de la represión en la última dictadura militar también hubo que esperar bastante para que los derechos estipulados en la Convención sobre los Derechos del Niño y la Ley de Protección Integral de las Niñas Niños y Adolescentes comiencen a respetarse…. No obstante esto, si bien se ha recorrido un camino muy largo, sobre todo a partir de la sanción y cumplimiento de la Ley de Violencia Familiar, existe todavía un camino muy arduo por recorrer…
Considerando como derechos prioritarios entre los sancionados por la Convención de los Derechos del Niño y por la Ley de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes: “el derecho a la vida”, “el derecho a la identidad”, “el derecho de opinar libremente y ser oído” y “el derecho a la dignidad y a la integridad personal”, trataré de trazar aquí un panorama actual lo más claro posible…
La cohabitación con familias violentas o, muchas veces, la vagancia en las calles o el vagabundeo (muchos eligen no volver o estar en casa lo menos posible) violan flagrantemente los derechos de estos niños… La falta de prevención de la violencia familiar, y del abuso sexual infantil, la falta de hogares-refugio para las víctimas, el no cumplimiento de la exclusión de hogar del familiar violento (muchas veces porque la víctima le franquea la puerta, muchas veces porque no hay control policial de la misma), el miedo a denunciar tanto de víctimas como de testigos calificados contribuyen a que el problema siga existiendo… Sin embargo y a pesar de todo esto desde la implementación de la Ley de Violencia Familiar muchos casos han podido resolverse logrando las víctimas separarse de la situación de abuso psicofísico… No obstante esto, la explosión de denuncias por maltrato y sobre todo de abuso sexual infantojuvenil en tribunales marca dos cosas: que los niños quedan para lo último y, que de los silencios que encubren todas las violencias (físicas y psíquicas) el silencio que “tapa” lo referido a lo sexual es el que más tarda en revelarse y/o descubrirse…
Así como hubo de esperarse durante muchos años el juicio a los represores de la última dictadura en los fueros correspondientes (Tribunales Federales) también hubo de esperarse mucho tiempo para que se empezara a denunciar el abuso sexual infantil… Aquí existe el mismo problema que respecto de otras denuncias de violencia intrafamiliar: en la población que asiste a servicios públicos muchas veces estas denuncias las hacen terceros calificados, en la población que acude al sistema privado muchas veces esas denuncias no se hacen nunca… En relación a este último delito, planteado tanto en la Declaración de Derechos Humanos como en la Convención de los Derechos del Niño como en la ley de Protección Integral de las Niñas Niños y Adolescentes, me parece el logro más digno tanto de la Convención de la ONU como de la Ley Nacional “el derecho a opinar libremente y a ser oído” ganado por los niños a lo largo de todo este proceso… Siempre se silenció al niño, por ser menor de edad, por no estar lo suficientemente maduro, por “tener demasiadas fantasías en la cabeza”… Me parece imprescindible que hoy, por hoy, un niño tenga el derecho de plantarse frente a un juez y pedir ser oído y poder hacer valer tanto sus palabras como sus propios derechos, en igual o mayor medida que los derechos de los seres humanos adultos… Este “recuperar la voz” de la niñez es imprescindible, tanto sea para posicionarse como sujeto de derechos, como así también para ejercer su capacidad de denuncia en tanto víctima de violaciones a los derechos humanos…

En cuanto al derecho a la identidad, ya se trabajó aquí algunas consideraciones respecto de los hijos de desaparecidos robados y adoptados en la última dictadura militar… A tal fin quiero subrayar que existen casos en donde se falsea la identidad ya sea por incesto intrafamiliar, por maternidad natural, por violaciones… Muchas veces una madre cría como hija propia a alguien que en realidad es hija de la hija adolescente, o hija de esa adolescente con el padre biológico… También existe la venta de bebés a parejas adoptantes con la connivencia y complicidad de agentes sanitarios y funcionarios judiciales… La construcción de una memoria propia junto con un proceso de subjetivación lo más verdadero posible me parecen imprescindibles para lograr una salud mental lo menos dañada posible…Recuperar la historia propia para poder significarse y simbolizarse en tanto sujeto de esa historia es imprescindible para poder construir el propio Yo… Es delito penal y constitucional falsificar los documentos públicos pero es condenar abiertamente a alguien a la locura el hecho de robarle a conciencia su propia identidad…

Para cerrar y en este sentido quiero subrayar el tema de la catástrofe de Haití en donde si bien la UNICEF, la ONU, y la UNESCO han intervenido en la forma más eficiente posible, muchos niños, además de perder su identidad han perdido además la posibilidad de llevar adelante una vida digna junto a su núcleo familiar de origen… Bien está legislado por la Convención de los Derechos del Niño que las adopciones de niños en situaciones de emergencia y de catástrofe deben hacerse de la forma más transparente y prolija posible… En aras de proteger los derechos de esos niños y en vista de proteger los derechos humanos de sus propios padres… Es sabido que existen organizaciones internacionales dedicadas al tráfico y venta ilegal de niños, muchos para ser dados en adopción, pero muchos también para prostitución infantil y tráfico de órganos…







BIBLIOGRAFIA:

- Artículos periodísticos: Diario, La Capital, Día 7/3/10,pág. 3, Diario Página 12, Días 25/1/10, pág 11 y 12, Día 21/2/10, Pág. 18 y 19, Rosario 12, Día 21/2/10, pág. 5, Pág. 12, Día 13/2/10, pág. 17, 20 y 36, Diario Pág. 12 Día 12/3/10, pág. 20 y 21, Suple Las 12, fecha 13/3/10, artículos varios.
- Asamblea General de las Naciones Unidas, “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, O.N.U., 1948.-
- Asamblea General de las Naciones Unidas, “Convención Sobre los Derechos del Niño”, O.N.U., 1990.-
- Asociación Argentina de Salud Mental, Posgrado en Psicopatología y Salud Mental, Bs. As., 2009.-
- Castex, Mariano, “El daño en psicopsiquiatría forense”, Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 2005.-
- Centro de Estudios Internacionales para el Desarrollo (CEID), “19 de Noviembre, Día Mundial para la Prevención del Abuso contra los Niños, Ed. Electrónica”, compiladores: Marcelo Javier de los Reyes, Irma Passarelli, Bs. As., 2009.-
- Galimberti, Diana, “Curso Interdisciplinario sobre Violencia”, Asociación Argentina de Salud Mental, Bs. As., 2009.-
- Organización de Estados Americanos (O.E.A.), Pacto de San José de Costa Rica, sancionado en 1968 y promulgado como ley del estado provincial el 26/12/91.-
- Poder Ejecutivo Nacional: Ley 22278, Régimen penal de la minoridad, promulgada el 25/8/80.-
- Poder Legislativo Provincial, Ley 11452, Código Procesal del Menor, promulgada el 20/12/91.-
- Poder Legislativo Provincial, Ley 11529, Ley de Violencia Familiar, promulgada el 26/12/97.-
- Poder Legislativo Nacional, Ley 26061, Ley de Protección Integral de las niñas, niños y adolescentes, promulgada el 21/10/05.-
- Sigmund Freud, Obras Completas, Editorial Amorrortu, Bs. As.,1984.-

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“Historia y trauma”

Congreso: Internacional “Trauma, historia y subjetividad”

Autor: Psicóloga Mariana Miranda – Rosario- Sta. Fe - Argentina

Ya desde los primeros estudios y tratamientos sobre la histeria que realizara Charcot en
la 2ª mitad del siglo XIX en el Hospital de la Salpetriêre en Francia se planteó una relación
íntima y causal entre los acontecimientos olvidados (reprimidos) y el surgimiento del síntoma
(en este caso la patología histérica).
Es Sigmund Freud quien empieza estudiando y colaborando con Breuler y Charcot y
partiendo desde allí, en un principio y al igual que sus colegas utilizando la hipnosis como
técnica y luego el método psicoanalítico (técnicas de asociación libre y atención flotante) el
que concluye que determinados acontecimientos históricos son reprimidos por algún motivo y
desde allí producen un efecto etiopatológico con la consecuente aparición de síntomas: en la
histeria síntomas corporales (de conversión, de anestesia, de parálisis, de sordera o ceguera,
de dolor, etc.)
Ya en el “Proyecto de una Psicología para Neurólogos” (su primer escrito metapsicológico
en 1895) plantea Freud el mecanismo de funcionamiento de la memoria en base a
la censura y a la represión yoicas de los acontecimientos que tienen que ver con la
satisfacción del deseo libidinal y el funcionamiento del ello. Luego sigue desarrollando en
sus escritos de metapsicología, ya sea en los de la 1ª Tópica (“La interpretación de los
sueños”,1900, “Psicopatología de la vida cotidiana”,1901) como en los de la 2ª ( “Más allá
del Principio del Placer”, 1920, “El yo y el ello”, 1923) el mecanismo funcional entre cargas
energéticas basado inicialmente en el principio de homeostasis (toda la energía psíquica
apunta a mantener el estado de nirvana manteniendo el equilibrio entre cargas y contracargas
1
del aparato psíquico) y diferenciando luego la pulsión en dos tipos de pulsiones: el eros y el
thanatos, el Eros trabaja para preservar la vida (instinto de autoconservación de la especie
humana) y el Thanatos trabaja para lograr la muerte (instinto autodestructivo del hombre).
Es a partir del estudio de las neurosis de la Primera Guerra Mundial (1919) y de la 2ª
tópica que va dejando de lado la explicación de la eficacia traumática del acontecimiento
por un trauma primero reprimido en la primera infancia y que tiene efecto retroactivo sobre
el segundo trauma (el más reciente temporalmente) sobredimensionando y potenciando su
eficacia traumática y etiopatológica, tal cual lo concibiera en sus primeros estudios sobre
las histerias. A partir de esto (2ª tópica freudiana) sobrepotencia y dimensiona el efecto del
trauma por el peligro de muerte que el acontecimiento vivenciado produjo.
A mayor peligro mortal del acontecimiento vivenciado mayor es la eficacia del trauma.
El intento fallido del aparato psíquico por poder lograr otra vez el principio de homeostasis
(estado de equilibrio energético entre las cargas y contracargas de los distintos sistemas
psíquicos) aparece en la clínica en los sueños de angustia a repetición, las imágenes
hipnagógicas (ensoñación diurna) con imágenes del evento traumático, sintomatología propia
del registro de la señal de alarma (peligro de muerte) cortical al sistema neurovegetativo
(taquicardia, sudoración fría, mareos, desmayos o sensación de desmayo, dolor en la boca
del estómago, acidez estomacal, etc.)
Tal cual lo plantea Laplanche y Pontalis el acontecimiento traumático es el que no
puede ser abreaccionado energéticamente por el aparato psíquico y queda reprimido
en el inconciente porque tiene un montante de energía tan grande que es imposible de
abreaccionar por el yo conciente. El retorno continuo al momento del acontecimiento
traumático por el aparato psíquico son intentos desesperados y fallidos de elaborar el
2
montante de angustia que ese acontecimiento produjo (peligro de muerte por el que pasó el
sujeto en cuestión).

El encuentro con neurosis postraumáticas en la clínica es muy frecuente: todos los seres
humanos a lo largo de su vida han pasado por acontecimientos más o menos traumáticos
según:

1) – su grado de peligrosidad mortal
2) – los acontecimientos traumáticos vivenciados previamente (biografía histórica
individual de cada sujeto)
3) – la estructura psíquica que la persona presenta (grado de premorbidad singular)
Los acontecimientos biográficos más traumáticos a nivel epidemiológico son: los
accidentes de tránsito, las víctimas de la guerra o excombatientes en guerras, víctimas de
catástrofes naturales o atentados terroristas, víctimas de delitos de lesa humanidad como la
desaparición de personas, tortura, violaciones a los derechos humanos, los asesinatos, los
ataques a mano armada, el abuso sexual infantojuvenil o no y las violaciones.
Es decir que los acontecimientos más mortales son los más etiopatológicos para la salud
mental de las personas.

La angustia de muerte que engendra una colisión vehicular, un ataque a mano armada, un
incendio o un terremoto es imposible de tramitar por el aparato psíquico y queda produciendo
síntomas.

Investigaciones tanto en excombatientes de Malvinas como en accidentados de tránsito o
víctimas de violaciones (tanto sexuales como de derechos humanos) revelan que la eficacia
del trauma pasa por no poder nombrar (poner en palabras) los acontecimientos y sí presentar
las víctimas sintomatología neurovegetativa (mareos, taquicardia, acidez estomacal) y
3
pesadillas, fobias, depresiones. Todo esto marca una imposibilidad absoluta de parte de
las víctimas de poder tramitar saludablemente la angustia que produjo el acontecimiento
traumático.

A nivel psicológico existen tres tipos de salida para elaborar un trauma:

1) – El silencio o el mutismo (el no poder ponerlo en palabras).
2) – El reenvío constante al momento de vivenciar el acontecimiento traumático.
3) – La desafectivización (la distancia afectiva del discurso al narrar el acontecimiento)

Esto tiene que ver con una distancia afectiva que permite negar, no involucrarse, sería
una suerte de enajenación mental.
En todos los casos la angustia padecida es angustia de muerte provocada por la
peligrosidad mortal del hecho o acontecimiento.
Todas las angustias son, en última instancia, angustia de muerte.
Por eso en todos los casos existen y persisten síntomas de tipo neurovegetativo que
tienen que ver con la producción de la señal de alarma (captación psicológica y cerebral
del peligro de muerte) en la corteza cerebral y su propagación al eje hipotálamo- hipófiso-
suprarrenal, propia del agente stresor (momento de captación del pánico (peligro de
muerte) y posterior reacción neurofisiológica y psicológica)
Siempre hay un beneficio secundario de la enfermedad, siempre hay una discapacidad
psicológica grave resultante del acontecimiento traumático que también está relacionada
tanto con la estructura premórbida del sujeto que pasa por el acontecimiento, como por los
acontecimientos traumáticos previos (historia biográfica individual de cada uno) y por la
dimensión mortal (el grado de peligrosidad) del acontecimiento padecido.
4


BIBLIOGRAFIA:
-
Sigmund Freud, “Obras Completas”, Editorial Amorrortu, Bs. As., 1984.-
-
Laplanche y Pontalis, “Diccionario de Psicoanálisis”, Editorial Labor, Barcelona, 1981.-
-
Mariano Castex, “El daño en psicopsiquiatría forense”, Ediciones Ad-Hoc, Bs. As, 2005.-
-
D.S. M.IV “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales”, Organización
Mundial de la Salud.-
-
Sivak, Roberto, Apuntes Curso Estrés, trauma psíquico e intervención en desastres,
Asociación Argentina de Salud Mental, 2010.-


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VIOLACIÓN

Monografía posgrado interdisciplinario de Violencia_ Asociación Argentina de los
Profesionales de la Salud Mental, Bs. As., 2009


Autora: Ps. Mariana Miranda, mat. 1717 - Rosario

TEMA: VIOLACION

Teniendo en cuenta la falta de capacitación de los profesionales (tanto los de
salud como los de trabajo social como los del poder judicial y policial) en tomar las
consultas o denuncias que tienen que ver con este tema, enfaticé mas el trabajo
en la primera consulta.

1) - CONSULTA:

Es necesario crear un enfoque metodológico de abordaje e intervención con las
mujeres que fueron violadas que articule la subjetividad de quien relata y quien
escucha en las entrevistas.

Las entrevistas de consulta y orientación varían en número y frecuencia según
cada caso. El objetivo es accionar sobre la realidad de la consultante para
simbolizar la situación de violencia padecida.
Es importante evitar los encuentros fugaces con diagnósticos y derivaciones
apresuradas. Se le debe dar un marco de contención teórico, metodológico, real
y subjetivo (existe una relación cognitiva y emocional entre quien consulta y quien
recepciona la consulta).
Es importante decodificar la ayuda, impedir las prácticas ritualizadas con rigidez y
burocracia en las intervenciones.
Se debe establecer una alianza de trabajo racional y cooperativa entre consultante
y tratante, evaluar el riesgo para impedir que las situaciones de violencia sexual se
repitan, crear un espacio protegido de escucha, credibilidad y respeto, poder decir
1
lo que no pudo ser dicho durante el ataque sexual, ordenar sentimientos, crear un
vínculo confiable en el ambiente protegido de la entrevista.
El entrevistador debe lograr una distancia óptima de impacto emocional que
producen los hechos de violencia.
La función de contención y ayuda comprende un conjunto de prestaciones yoicas,
la básica es la disociación operativa para que el yo del entrevistador se identifique,
por un lado, con la víctima de la violación, y por el otro, con un yo observador que
observe, analice, sintetice, prevenga situaciones, se haga cargo de la víctima y
reorganice las intervenciones que tienen que ver con la situación de violencia y
sus efectos.
La disociación instrumental permite graduar el impacto emocional que produce el
relato. Es necesario un esquema conceptual para encuadrar la escucha y saber
preguntar qué y cómo y prevenir los efectos insalubres del trabajo con violencia
para los agentes de la salud.
Es imprescindible el aprendizaje del trabajo a través de la capacitación específica,
la experiencia, la supervisión y el intercambio interdisciplinario.
Hablar de violación implica para la mujer reconocer que su cuerpo fue abusado, se
culpa por no haber prevenido el ataque, demanda amparo y sostén. Se vivencia
el estar en peligro permanente. Vive la humillación, vergüenza, autodesprecio,
desesperanza, aislamiento físico y emocional, silencio. Vivencia rupturas del sí
mismo, con las relaciones con el medio y con vivencias aterrorizadoras de ser
víctima para siempre.
El entrevistador debe crear la función de apoyo y sostén (holding, Winicott, 1972).
Es importante la elección de las palabras, el tono de la voz, la secuencia, el ritmo
de las preguntas, la actitud postural, el asentimiento con la cabeza, la mirada de
2
comprensión y respeto.
El entrevistador debe ser alguien que no juzgue, que acepte y calme las angustias
y los miedos.
Hay que saber acercarse a la persona sin invadirla, reconocer y respetar los
límites de la otra persona para reducir la angustia. Compartir la experiencia
de la violación sirve para reorganizar la subjetividad del otro y recomponer la
autoestima.
Hay múltiples recursos de intervención. Es importante la información para hacer
o no la denuncia, la asistencia legal, médica y psicológica. Informar acerca de
trastornos orgánicos y emocionales, dificultades en el sueño, la alimentación, la
sexualidad, temor a estar sola o a salir sola.
Es importante incluir preguntas para aclarar elementos del relato. Es necesario
salir del lugar de víctima pasiva. Hacer sugerencias en relación a su cuidado y
protección para reforzar las funciones yoicas de asociación, anticipar, explorar y
ampliar su registro perceptual del riesgo.
Es importante al final de cada encuentro como al principio del siguiente resumir y
evaluar lo trabajado hasta ese momento…
Es importante que la mujer no quede en situación de víctima permanente con
pleno sufrimiento.
Es necesario asegurar y crear el vínculo para que siguieran, puedan retomar las
entrevistas, para seguir trabajando el tema cuando quieran…
Es necesario elaborar el hecho traumático e incorporarlo a la vida de la mujer
violada.
Tanto el tiempo como el proceso de recuperación son variables.
3
Es común que la mujer violada distorsione la percepción acerca de la gravedad de
la violencia padecida, se avergüence y descalifique y desvalorice su experiencia,
cuando la víctima habla o no se la escucha, o se la responsabiliza por lo acaecido
(tanto en el ámbito inmediato sociofamiliar como en el imaginario social).

2) – EFECTOS SUBJETIVOS DE LA VIOLACIÓN EN LA VICTIMA:

Los efectos en el yo de la víctima dependerán de:

1) – el tipo de agresión padecida
2) – la duración de la agresión
3) – gravedad de la agresión
4) – la personalidad previa al ataque
5) – el apoyo familiar y social: la red de sostén con que cuenta la víctima.

La mujer agredida sexualmente se siente avergonzada y humillada pero a la
vez culpable (maltrato y abuso de poder del agresor).
El mandato social y la voz popular culpabiliza a la mujer violada por lo ocurrido.
Muchas veces el relato es incoherente por la misma desestructuración yoica de
la misma víctima, otras veces es desafectivizado (bloqueo afectivo del hecho
padecido). Otras veces se disocia y niega lo ocurrido (mecanismos de defensa
yoicos de la víctima frente al hecho traumático en sí).

Puede haber dos consecuencias para el yo de la víctima:

1) – la autocompasión, el padecimiento crónico, la identificación con la
posición de la víctima en el hecho (identificación femenina, pasiva)
2) – el deseo hostil, la identificación con el agresor, (fantasías de castrarlo),
esto implica una identificación masculina, activa, es hacerle a él lo que él le
hizo a ella.
4
En la violencia sexual se ejerce una práctica de dominación del agresor sobre la
víctima apropiándose de su intimidad.
Para decodificar y comprender los discursos de las víctimas hay que salvar
obstáculos epistemológicos y epistemofílicos, las mujeres violentadas DEBEN
ser escuchadas…
La mujer atacada revive el evento tal como sucede en todo evento traumático,
con manifestaciones psicosomáticas del tipo neurovegetativos: a saber:
taquicardia, temblor, sudoración, mareo, ahogo, imágenes hipnagógicas del
evento…
La mujer convive con el miedo a la violación porque vive su propia sexualidad
como peligrosa.
La relación asimétrica de poder con el varón sitúa a la mujer en una situación
de mayor vulnerabilidad. Cada género construyó su propio imaginario: el
masculino en la agresión y la dominación, el femenino en la pasividad y la
sumisión, invisibilizando así los hechos de violencia para con la mujer, sobre
todo, los hechos que ocurren en el ámbito de lo doméstico…
En la violación prima la amenaza y la fuerza física del hombre para controlar a
la mujer.
Las mujeres jóvenes son más vulnerables a la violación por extrtaños, las
adultas están más en riesgo con hombres conocidos, especialmente los
maridos…
Existe un continuum de violencia para con la mujer cuyo punto cúlmine es la
violación o la muerte por maltrato físico…
Mostrarse sexualmente deseable implica provocar al violador.
5
Si algunas mujeres atacadas sexualmente “se rinden” esto no implica que
accedan libremente a la violación (muchas veces, tanto en el ámbito policial
como en el del aparato jurídico, se sobreentiende esto último exonerando de
culpas al agresor sexual).
La violación es sentida como una injuria al cuerpo pero es relevante por el
grado de humillación y degradación que tiene para con la mujer. Todo ataque al
cuerpo es un ataque a la identidad y daña la subjetividad.
Normalmente la víctima se aisla y silencia el hecho (sentimiento de aniquilación
y pérdida de identidad). Nombrar la violación y narrarla en las entrevistas es
elaborarla y conceptualizarla en el plano de lo simbólico.
Las consecuencias psicológicas inmediatas son la humillación, la vergüenza,
tristeza y culpa, apatía, trastornos de memoria, desinterés, dificultad
para concentrarse, vivencia que el cuerpo ha sido dañado, se ha vuelto
extraño, sucio (de ahí que lo primero que hacen es bañarse en el momento
inmediatamente posterior al hecho, esto impide la toma de pruebas de ADN,
semen, etc, por el médico forense, por eso es importante informar a posibles
víctimas de no hacerlo porque impide en la denuncia el relevo de las pruebas
delictuales).
Existen síntomas de tipo psicosomático que tienen que ver con el sistema
neurovegetativo tal cual sucede en todo evento traumático que no pudo
elaborarse, a saber: dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarreas, fatiga, tensión
muscular, presión en el pecho, dolor de estómago, trastornos digestivos,
respiratorios, del sueño, de la alimentación…
El retomar la vida sexual es traumático, ya sea con la misma pareja que la
mujer ya tenía o con otras parejas que conozca a posteriori del hecho de
6
violencia sexual.
La pareja abandona generalmente a la mujer atacada porque no soporta la idea
ni de que el hecho haya ocurrido o fantasea con la idea de que fue ella quien lo
provocó (la responsabiliza y culpa por el hecho de la violación en sí misma).
Todo esto en el caso que la mujer no haya quedado embarazada ni haya sido
contagiada por alguna enfermedad de transmisión sexual en el momento en
que fue violada.
La reviviscencia con las imágenes de la violación (olores, sensaciones,
imágenes auditivas y visuales, etc.), tanto en sueños como en fantasías diurnas
son los intentos propios del yo de la víctima por elaborar el montante de
angustia resultante del hecho traumático violento en sí mismo. Muchas veces
fantasea con la castración del agresor (identificación activa, masculina, con él).
Tanto en uno como en otro caso hay que ayudar a la víctima a reconstruir su
subjetividad.
Muchas mujeres son violadas en el matrimonio y estas violaciones quedan
silenciadas por el “débito conyugal” y las “obligaciones maritales”.
La violación por parte de la pareja tiene un impacto emocional más traumático
y profundo que si fuera por un desconocido y se reconoce como una forma
abusiva más del poder del hombre sobre la mujer.
La mujer, en este caso, tiende a mantener la relación como sea, justificando
el maltrtato en el cónyuge (existe un sometimiento acrítico y un descreimiento
en las instituciones que deberían de protejerla, léase, aparato jurídico, legal,
policial, centros de asistencia a la víctima, etc.)
El hombre usa su sexualidad para ejercer poder y dominio sobre su pareja.
7
Esto tiene que ver con una conflictiva propia de identificación para con su
propio sexo, la inseguridad que padece en su rol masculino lo obliga a violentar
a su pareja, el tenerla sometida y violentada, tanto física como emocional
y sexualmente lo hace sentirse más hombre, bien hombre, y asegurarse y
autoafirmarse en su masculinidad.


BIBLIOGRAFIA:

1) – “Violencias cotidianas, violencias de género”, Susana Velázquez, Editorial
Paidós, Bs. As., 2003.-
2) – “Violación y respuestas sociales”, Revista “Travesías”, Cap.
VII: “Entrevistas de consulta y orientación en casos de violación.
Una propuesta de trabajo”, Sussana Velázquez, Bs. As., 1998.-
3) – “Violencia y Género”, Graciela Zaldúa, Editorial Eudeba, Bs. As., 2000.-
4) – “Violencia y Psicología”, de Graciela Zaldúa, (compiladora), Editorial
Eudeba, Bs. As., 1999.-
5) – Material de la Primera Clase del Curso Introductorio a la Violencia de la
Asociación Argentina de Profesionales de la Salud Mental, autora: Dra.
Diana Galimberti.


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VIOLENCIAS COTIDIANAS
(Publicado en Guía de Rosario, año 2009)


En la era de las grandes soledades (¿posmoderna?) irrumpen cada vez más hechos
de violencia: los homicidios pasionales (calificados) y los “a sangre fría”, los casos de
mobbing laboral y/o escolar, la violencia familiar y/o doméstica, los delitos sexuales de
todo tipo.

Todos estos delitos existían antes…. Entonces, ¿qué pasa?... Hay un in crescendo
alarmante tanto de ejecuciones de los mismos como de judicialización de los casos,
antes silenciados. Esto se debe a que la ley actual tiende a proteger los derechos de las
víctimas…

Todas las violencias (urbanas, rurales, laborales, escolares, domésticas, sexuales,
físicas, psicológicas) nacen en una relación humana en donde alguien tiene más poder (el
marido, el jefe, el padre, el rico) que el otro. Ese alguien se abusa de ese poder (que le
corresponde por género, por edad, por posición social, laboral, etc.) y goza victimizando
y torturando al otro. La indefensión de las víctimas aumenta junto con su ignorancia y
su grado de exclusión social: no saben defenderse. Muchas veces no pueden. Y son los
débiles: niños, pobres, ancianos, mujeres, empleados.

Como sociedad ¿qué nos pasa? ¿Como comunidad? ¿Por qué hemos naturalizado
situaciones de violencia aberrantes incluyéndolas en nuestra vida diaria? ¿Cuántos tipos
tiene que matar el nene con la Play para poder pasar de un nivel al otro (“ascender”
al nivel superior)? ¿Cuántos hechos penales se televisan “en vivo” tanto por la tele
como por la web? ¿El hecho de virtualizarlos los recategoriza como más “reales”? ¿O
los homicidios de ficción tienen más realidad porque pertenecen al “espacio virtual”?
Si la relación con el otro plantea un conflicto de poder (como fue siempre) entonces ¿es
mejor no relacionarse? La soledad por destino o por opción parece ser el estigma de
estos tiempos y junto con ella la violencia: ¿Será que hemos perdido la capacidad de
relacionarnos sin violentarnos?

Psicóloga Mariana Miranda – Mat. 1717 – Rosario

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POSGRADO TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE ESCOLAR

(Asociación Argentina de Profesionales de la Salud Mental) - TRABAJO FINAL

TEMA:

¿Es la escuela reproductora de los procesos de exclusión macroinstitucionales o por el contrario, trabaja para la integración del niño que es diferente?


Actualmente los procesos de exclusión en todos los aspectos: sociales, laborales, políticos, ideológicos, sobre todo económicos, geográficos, etc. parecen estar a la orden del día… Vivimos en una sociedad que parece funcionar meramente por exclusión, todos, de una forma o de otra estamos excluidos de algo, o por ser muy viejos, o por ser muy jóvenes, o por ser muy ricos, o por ser muy pobres, o por ser de otra cultura, o por ser de otra clase social… En la escuela estos procesos de exclusión se multiplican y se entrecruzan constantemente, entre los alumnos, entre los docentes, entre docentes y alumnos, entre docentes y personal no docente, entre directivos y docentes… El crecimiento exacerbado de la pobreza, como consecuencia de un aumento considerable de la desocupación, el otorgamiento de planes sociales, y, con ello, el aumento de la franja poblacional de gente denominada, en determinados ámbitos “pobres estructurales” merma no sólo la capacidad de inserción socioeconómica y laboral de estas personas sino, además, disminuye notablemente su capacidad para el aprendizaje, tanto en su niñez como en su vida adulta… El mayor problema laboral que tienen los beneficiarios de planes sociales es que no están capacitados laboralmente, en parte porque nunca trabajaron, en parte, porque no pudieron aprender a desempeñarse laboralmente en ningún oficio, en ninguna tarea… Es notable su afán por aprender y su demanda de enseñanza… Esto implica no sólo una falta de educación muy grave en sectores poblacionales marginales adultos, sino, y a la vez, una falta de educación en los niños provenientes de esos sectores… El cartoneo y la mendicidad, que son los “rebusques” más frecuentes de estas familias, a la vez que el cobro del plan, llevan a los niños de estas familias a pasar mucho tiempo en la calle, por más que vayan a la escuela, muchas veces, nada más que a comer, y, en general, más tarde o más temprano, sobre todo por el tema del fracaso escolar y la repitencia, estos niños van dejando de asistir a la escolaridad primaria, prácticamente nunca pueden llegar ni siquiera a empezar la escuela secundaria… La detección en ellos de graves problemas para el aprendizaje de la lectoescritura, luego del cálculo, los problemas de retención intelectual que padecen, desde un principio, además de trastornos fonoaudiólogicos, muchas veces neurológicos, y psicológicos quasipermanentes, además de problemas sociales de vivienda, salud, nutrición, vestimenta, etc. los llevan a hacer un inicio muy dificultoso y casi estéril de la escolaridad en el primer grado y luego, al repetir varias veces, y pasando, con sobreedad cronológica al tercer o cuarto grado, en el quinto grado, muchas veces en el sexto, van dejando la escolaridad regular para empezar a hacer “changas” y luego, terminan abandonando el cursado de la escolaridad primaria en forma definitiva… Estos son los que luego, por dedicarse al cirujeo, las changas, el cartoneo, etc. pasan a formar parte de la amplia franja de analfabetos funcionales que existen en nuestro país. Es notable también, el índice de analfabetos, ya sean estructurales o funcionales, existente entre los reclusos de las cárceles de nuestro país, y, con ello, es también notable su voluntad de aprender y el crecimiento de planes de alfabetización y de escolaridad primaria y secundaria existentes adentro de las cárceles…
A mi entender, es notable la desigualdad de condiciones con que ingresa a la escolaridad un niño que pertenece al sector de pobreza estructural con el niño de la clase media o media alta, el niño pobre no viene comido, en general viene de madre desnutrida y tiene hermanos desnutridos, son hogares monoparentales conducidos por mujeres multíparas, en donde en general todos (madre e hijos) son o han sido víctimas de violencia familiar por parte de algún hombre, en general, abusador y alcohólico crónico… La falta de vivienda digna, de vestimenta, de materiales para la escolaridad, muchas veces la distancia y la falta de dinero para pagar el transporte que le permita asistir a clase, son todas las variables que contribuyen, desde el vamos, a desalentar la escolaridad en esos niños… Además, las cuestiones de naturaleza orgánica, muchas veces problemas neurológicos serios, discapacidades varias, un cociente intelectual por debajo del normal, más falencias de estimulación temprana y, sobre todo, problemas de lenguaje, dicción, comprensión, etc. llevan a que el proceso de enseñanza de la lectoescritura se complique en demasía… Veo como muy necesario la implementación de equipos multidisciplinarios en donde se aborde un tratamiento global del tema, para tratarlo con los niños, sus padres, y los docentes, para hacer todo lo posible para que ese niño aprenda dentro de sus posibilidades y no engrose el caudal de alumnos desertores… También hay una falta de convencimiento por parte de los padres de que la escuela sirva para algo, la escuela es para pedir comida o ropa, no para aprender, el aprender en sí no está valorado, no se considera que la enseñanza de la escuela sea un arma para defenderse en esta vida (como fue, conceptualmente, simbolizada durante generaciones anteriores) Esto tiene que ver con determinadas clases sociales en donde la meta para salir de pobres es ser un buen futbolista o una modelo muy bonita, y no el uso del intelecto para ascender socialmente…
No obstante esto se nota en determinadas docentes, en general muy jóvenes, un gran afán por entender a ese niño atravesado por problemáticas sociales que exceden el ámbito de lo educativo, y, a la vez, la voluntad de integrarlo, social e intelectualmente, en la escolaridad que le sea posible para hacer lo imposible para que ese niño no pierda su vida de niño y siga una escolaridad regular dentro del ámbito de la escuela que le compete cursar… Paradójicamente, existen otros sectores docentes, incluso dentro de la misma escuela, a los que no les preocupa que un niño deje la escolaridad o pase directamente a vivir en las calles, refranes o slogans comunes en el ámbito docente, tales como “la manzana podrida pudre el resto…” o, “mejor, uno menos…”, son de uso corriente y su escucha es habitual en los pasillos de las escuelas primarias públicas, sobre todo por parte de las docentes de más edad… También es cierto que para el ejercicio de la tarea pedagógica, este tipo de niños problemáticos, con dificultades excesivas para el aprendizaje, muchas veces con serios problemas de conducta, y, también, con conductas ya de tipo delictivas, terminan agotando al personal docente, sobre todo el personal que ya viene con muchos años de ejercicio de la docencia encima… Es cierto que hay un conglomerado de circunstancias y de variables que confluyen en cada escuela, en cada niño, en cada docente, y que exceden, muchas veces, el ámbito de la escolaridad misma…
A mi entender, los programas “bajados” por el Ministerio de Educación no cubren las exigencias de enseñanza necesarias para desempeñarse en el aquí y ahora habitual, además, son programas pensados para un niño bien alimentado, bien vestido, que va a la escuela a aprender y no a comer, como suele suceder actualmente… También es cierto que hay maestras que plantean que si siguen el programa tal cual lo tienen que dar, cuatro alumnos aprenden y treinta molestan, porque no entienden, porque no pueden, porque no llegan, entonces, “nivelan para abajo” y bajan los requisitos académicos de la enseñanza a los que menos pueden aprender, que son, por desgracia, la mayoría de los alumnos… Existe un reconocimiento conciente por parte de los docentes de su falta de capacitación para atender determinadas problemáticas (violencia familiar, abuso sexual infantil, delincuencia, vagancia, mendicidad, falta de vivienda digna, falta de material didáctico, falta de colaboración y capacidad intelectual de los padres, etc.) y una demanda real muy grande y muy grave de la colaboración de sectores profesionales (psiquiatras, psicólogos, fonoaudiólogos, pediatras, asistentes sociales, psicopedagogos, docentes especiales) para con ellos para poder ejercer la tarea pedagógica, que, de por sí, ellos solos ya no pueden desempeñar… Existe, a la vez, de parte del personal docente una demanda permanente al Estado por resolver muchas cuestiones que no están resueltas: falta de vivienda digna, reinserción laboral de condenados a prisión, falta de inserción laboral de beneficiarios de planes sociales, desempleo, migraciones internas permanentes y constantes, analfabetismo de los progenitores, carencias básicas en el medio, falta de bienestar y asistencia social de los sectores marginales, etc. La escuela ya no es el lugar que asegura un medio para la movilidad social o el ascenso social, la escuela es un depósito para dejar los niños, no importa si aprenden o no, un lugar para ir a comer, un lugar para pedir, ropa, útiles, medicamentos… Se ha desvirtuado totalmente el lugar de la escuela como institución y, con ello, se desdibujó también su finalidad que ya no es la meramente pedagógica… No obstante esto, muchos docentes hacen lo imposible para que los niños aprendan y para cumplir su función de la mejor manera posible, adecuándose lo más que pueden a las condiciones y circunstancias en las que se da el proceso de enseñanza-aprendizaje, muchas veces en condiciones indignas y en condiciones de máxima pobreza, ya sea en escuelas limítrofes, rurales, del norte chaqueño o puneño, o también, en las escuelas públicas de las grandes ciudades, en donde asisten niños “villeros” o en las escuelas del conurbano de las grandes ciudades en donde se crean conglomerados habitacionales de migrantes norteños, muchas veces tobas, wichis o mocovíes… Es de destacar que si bien hay muchos docentes que no se preocupan demasiado por el caudal de repitentes o de desertores que tienen en cada grado, hay muchas maestras que sí se esmeran en hacer todo lo posible para que ese niño aprenda y, muchas veces, exceden su función al consultar, denunciar, hacer visitas domiciliarias, etc. en otros ámbitos que no son los propios de la docencia, para lo que sí están capacitadas… De todos modos, y como conclusión de este trabajo, extraigo, que no existen políticas estatales macroinstitucionales para hacer que el niño con dificultad para el aprendizaje se integre en el sistema educativo, y, con él, acceda a una capacitación intelectual digna que le permita, en un futuro, desempeñarse laboralmente en cualquier tarea medianamente remunerada… Seguimos con eso de que, “mejor, uno menos” y a nadie, por lo menos, a los funcionarios del Ministerio de Educación y/o a los funcionarios del Ministerio de Bienestar Social, le importa qué tanta cantidad de repitentes o de desertores existen dentro de la escolaridad primaria pública común…
Después se crean y, son necesarios, planes y programas para educación primaria en adultos, para alfabetización en adultos, para escolarización en las cárceles…
Creo que sería mejor, intentar, desde el vamos, un inicio de la escolaridad primaria lo más exitoso posible para lograr, que ese niño con dificultad para el aprendizaje, pueda, por lo menos, terminar la escolaridad primaria… Lo óptimo sería que también lograra terminar la escuela secundaria, necesaria para el acceso a cualquier puesto de trabajo…
Sin embargo, y como dije antes, no existen políticas de integración educativa que trabajen para el impedimento de la deserción escolar, sobre todo en determinados ámbitos y sectores poblacionales… Parece ser que el sistema educativo formal expulsa muchas veces a sus propios alumnos sin preocuparse demasiado por ello… Paradójicamente funcionan, por lo menos acá en Rosario, planes de reinserción social para alumnos desertores, en donde el cursado de talleres libres, sobre todo de plástica o música, parece ser un principio de socialización y de integración acorde a sus propios intereses… sin embargo, estos planes dependen del Ministerio de Bienestar Social y no del Ministerio de Educación…
No existe una conjunción de políticas por parte de ambos ministerios que permita visualizar algún tipo de solución a este problema…

Psicóloga Mariana Miranda – Mat. 1717 – Rosario

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sábado, 3 de julio de 2010

UNO

Era como si todos, desde siempre, ya lo hubieran sabido.
El viejo era así, siempre lo había sido, y por más que los años difíciles y largos hubieran pasado y transcurrido aconteceres infinitos sobre la superficie de su piel, ahora apergaminada y resquebrajada por ellos, seguía siendo el mismo, el de siempre, el que se había ganado la fama de tener un espíritu inquebrantable y un carácter durísimo.
“Tan duro como las piedras” decían por ahí que él era, así, indomeñable, inconvencible de nada, encerrado consigo mismo y con su mismidad desvencijada desde siempre, desde antaño, inclusive, sospechábamos, desde su primera infancia.
Vivía en la más absoluta de las miserias, ése parecía ser su hábitat natural.
Nunca, (por lo menos eso creíamos, o, al menos, casi estábamos seguros) había podido conocer otra cosa.
Había sabido tener hijos, varios, incluso varias mujeres distintas.
Aparentemente lo habían querido mucho.
Algunas mujeres volvieron a buscarlo, después de que él ya hubiera decidido quedarse a vivir ahí, parte por culpa, parte por vergüenza, parte por lástima, como es, sabemos, que se maneja el corazón de las mujeres, uno no sabe, exactamente nunca podrá saberlo, nunca será posible de determinar con exactitud, si algo de lo que ellas hacen, en verdad, es por amor, por el genuino y real y natural amor que un ser le prodiga al otro, suelen poner más amor y esmero en la imagen de sí mismas, que en el amor que le pueden prodigar a los demás y es sabido que muchas de sus actitudes o conductas están más predestinadas a salvar la imagen de sí mismas (las más de las veces la imagen moral, ésa que las identifica como antes que nada madres, antes que nada, grandes compañeras, y además, santas en la tierra) antes que a intentar un acto solidario con un semejante en desgracia.
De todas formas, por lo menos dos, volvieron, en tiempos distintos, como es lógico, no sea cosa que se crucen entre ellas y produzcan altercados irreverentes, sobre todo para tratar de no escandalizar al vecindario, para intentar convencerlo de que era mucho mejor irse de ahí, con ellas o con otra gente, pero irse, irse a otra parte, tratar de mudarse lejos.
Una vez vino uno de los hijos, un muchacho ya grande, no nos acordábamos tampoco bien cuántos hijos era que había tenido, pero sabíamos que eran unos cuantos y que eran todos de él, nunca crió ningún arrimado ni aceptó mujer ya llena, ni menos con premio porque él no era de ésos, no señor, él era uno de esos tipos que “al pan, pan, y al vino, vino” porque todo lo que él había hecho en esta vida era “andar de frente y con la cabeza erguida, como Dios me trajo al mundo y como Dios manda porque no hay que hacer nada que lo avergüence después a uno para que uno tenga que andar con la cabeza gacha escondiéndose de los demás”.
El hecho es que nunca nadie supo determinar tampoco con exactitud cuáles fueron los altercados conyugales que el viejo había tenido, porque, puertas adentro, cada cual en su casa y cada familia es un mundo, y como él era tan reservado, y, a la vez, las mujeres que con él estuvieron eran muy señoras, eso sí, hay que reconocer, muy seriecitas, y que no se metían en chismes con comadres ni compadres ni andaban loqueando por ahí, habían sabido ser muy bonitas también, sobre todo una, la María, bonita y joven como la luz del sol era ésa, y siempre con una sonrisa en los labios, ¿eh?, no se crea que el viejo era ningún estúpido, sabía elegirlas y las sabía elegir muy bien, es más, creo que hasta eso les causaba un resabio de envidia a los que lo conocían porque nadie (aparentemente) le veía a él ninguna cualidad sorprendente como para que esas mujeres hayan decidido enamorarse y formar familia con él; sí, hombre, porque las mujeres, primero lo deciden y luego se enamoran, así nomás, nunca hacen nada si no lo decidieron primero, sí señor, así son éstas, y buéh, qué se le va a hacer, cada uno es como es, los hombres tenemos otras variables singulares.



Todos sabíamos que había dejado de hablarnos hace mucho, sabrá él por qué, nosotros no lo sabíamos, ni siquiera lo pudimos intuir alguna vez…
Podíamos escuchar a veces sus pasos en los techos, cual si fuera un simio enclenque y débil, en las noches largas, ajenas, ésas en las que la luna parecía iluminar un poco más. De todos modos, de él, solo podíamos ver alguna sombra lejana y hábil en escabullirse, otra vez, entre los árboles y vegetales del monte.
Si era difícil verlo de noche, era prácticamente imposible verlo de día, imagínense, con la luz del sol a rajatabla él se escondía, sobre todo, sabíamos, se escondía de nosotros, de los que lo habíamos conocido dendeantes, de cuando él recién había llegado al pueblo y era pibe, sabíamos que se escondía por vergüenza, o, quizá, por su propia decisión de aislarse, vaya a saber qué o quién lo llevaba a no tener contacto con el mundo, eso sí, era con el mundo de los seres humanos, porque nosotros sabíamos que pasaba mucho tiempo en el monte, que subía y bajaba de los árboles como un aliento del verano y que se entuestaba en los esteros, plagados de yacarés, pescando, nadando, o vaya a saber haciendo cuál de todas las cosas que ahora hacía y que antes no podía hacer, no es que se lo hubieran prohibido, no, dendeantes todos sabíamos que el viejo siempre había hecho lo que había querido, porque nunca habíamos conocido a nadie tan terco y tozudo como él, no es que no fuera inteligente, eso no, pero es como que antes tenía otro andamiaje, otra estructura, a lo mejor por eso se fue alejando de los demás, a lo mejor por eso hizo que los demás se alejaran, porque ahora se lo veía más a gusto, más en su tino, más perteneciente a su propio cuero, vagando entre cañaverales, sauces y arroyos, perdiéndose en la selva virgen como gato de monte.
O quizás, por qué no decirlo o por qué también no imaginarlo, éste mismo había sido su plan, su único plan, el plan que conformaba su estrategia de vida, el que había venido tramando desde hacía tanto tiempo atrás, desde hacía tantos años atrás, incluso, desde sus primeros años de pibe guacho y pobre, horrorosamente pobre, que sabía andar descalzo todo el tiempo porque desconocía tanto los techos como los zapatos, lo que protege, lo que cuida del frío, lo que cuida de la intemperie.
Y él, como si nada, como si hubiera sido su estado natural, había elegido la intemperie.
Ya no tenía a nadie a quien cuidar, ya no tenía a nadie a quien guarecer, ya no tenía a nadie de quién hacerse cargo. Es triste decirlo, también, pero nadie había querido hacerse cargo de él. Vinieron a buscarlo, es cierto, pero en avances tímidos y dubitantes, nada en firme, nada del otro mundo, es cierto, cada cual cosecha lo que siembra, como dice el dicho, y si él, a esta edad, en el ocaso de la vida había sabido quedarse solo, y ¡buéh!, doña, por algo será, fíjese que hay muchos que a su edad están retecuidados y reterrodeados de nietos y nueras, ¡buéh!, cada uno que se haga cargo de lo que es de uno que ¡buéh!, yo también, mirá che, yo también bastante tengo con lo mío como para andar revolviendo tantas mierdas en las vidas de los demás….





…Sé que la mayoría no lo entiende…Que nadie o casi nadie lo entiende, pretende entenderlo o ni siquiera lo intenta… A mí no me molesta que lo entiendan, es más, me importa un carajo si lo entienden o no lo entienden, es mi tema, no el de ellos….Pero sí me molesta que me juzguen. Me molesta las palabras a mis espaldas, los dichos sobre mi carácter, los rumores sobre mi tozudez y demás, sería interesante que de vez en cuando cada uno se encargara de su propia vida en lugar de imaginarse la vida de los demás.
Yo ya crié a mis hijos, ya tuve mis mujeres, ya hice mis trabajos, ya yugué lo que tenía que yugar… Todo el tiempo, yugándola, desde pibe… En las cosechas, cagado de frío hasta los caracuces estaba… siempre estaba… con papá borracho pegando y la vieja suplicando y llorando… así siempre… me cansé de ararla…. Tuve a mis hijos lo mejor que pude… Mis mujeres no se pueden quejar de nada… Fueron reinas conmigo, ellas lo saben… Por eso nunca vinieron después a pedirme nada… Por eso vinieron para llevarme con ellas ahora…. Por eso vino mi hijo a buscarme… Porque todavía me quieren y me respetan y saben lo que es bueno y saben lo que un hombre es capaz de dar… Saben lo que un hombre justo es capaz de obtener y es capaz de pedir y es capaz de aceptar… Yo ya les di a ellos todo lo que pude darles y aún más… No sé si ellos me dieron tanto… Me dieron mucho, es cierto… me hicieron muy feliz… Hubo momentos de crisis, como en todo, y en todos… Yo no… Yo nunca estuve en crisis… No sé por qué se lo tomaron así… A lo mejor porque me ven que estoy muy viejo, muy flaco, andrajoso, débil, lastimado, calcinado del sol, escarado de cicatrices viejas y durezas que ya ni me acuerdo de qué eran ni cómo ni cuándo me las hice… Hace tanto tiempo planifiqué esto… Por eso me fui quedando solo… Era mi decisión… Tienen que respetármela… Ellos fueron mi familia… Tienen que entenderla… Los otros, hablan, como siempre, imaginan cosas en donde no hay nada… Inventan… Pero, bué, ¿vio? así es la gente, qué se le va a hacer… Esta era mi decisión personal, la más cuidada, yo diría, la única… las otras fueron estrategias de supervivencia, nada más, para alimentarse y protegerse del frío, para sobrevivir a la pobreza… Para proteger a los míos y darles lo que más podía… Para que no pasaran ni hambre ni frío ni se enfermaran… Ni pasaran las miserias más graves por las que yo había pasado en mi niñez… Pero esta no es mi niñez… Esta es mi vejez… Por eso no lo entienden… Por eso no lo entiende nadie… Es lo que queda de mi vida y mi vida es mía, de nadie más… Yo elijo cómo vivirla… Yo elijo qué hacer con ella… Yo ya elegí hace mucho tiempo… Hace mucho que vengo planeando esto…. les guste o no… Yo sé que es difícil de aceptar… pero bueno, estaba dentro de mi naturaleza… Digamos que no debiera de haberles extrañado tanto… No sé por qué reaccionaron así… y todavía reaccionan con extrañeza, como si yo fuera otro ser, de otro origen, de otra especie, de otra naturaleza, de otro andamiaje interno… Pero no… Soy igual que ellos… Quizá, a veces pienso, hasta mejor, diría, ¿sabés por qué?, porque tengo los huevos de hacer lo que quiero, lo que siempre quise, nada más que por eso… De todos modos es cierto… Es difícil de asumirlo, de digerirlo, de deglutirlo…. Pero bueno… Es así… Yo estoy ahí… Me fui a vivir al medio del monte hace mucho tiempo… Cuando el pibe más chico que me quedaba se fue, porque diz que le salió un buen laburo en la mina y buéh, aí se fue, quería familia ése, ya andaba medio que noviando.. Y entonces, bueno, la María ya se había ido hacía rato… ¿qué me iba a quedar a hacer en el rancho?... Para laburar ya no puedo, nadie me toma, estoy muy viejo, y en el pueblo las cosas se compran y se venden, no es como es acá… Acá no hay plata, no existe el valor de cambio… Nado cuando tengo ganas… Como cuando tengo hambre…. Duermo cuando quiero… Entiendo a las plantas…. No hablamos ¿vio? pero de todas formas nos entendemos, siempre, en realidad nos entendimos… Lo mismo con las yararás o los yaguaretés, los simios también, nos entendemos, compartimos el hábitat, no nos molestamos…. Te digo que es mejor que con los humanos, tenemos los códigos bien claros, cada cual cuida su territorio y cazamos para comer, punto. El resto, nos respetamos. Coexistimos. Aprendí a entender los ruidos del monte y a escuchar mucho sus silencios… Casi como los indios… Como era antes, al principio de todo…. Se vive bien, te digo… Quisiera morir aquí…. No importa cómo ni cuándo… Importa que aquí… Ya ni bajo al pueblo… A veces, algunas noches, antes, bajaba para robar alguna gallina…. algún gato… algo… Ahora me las rebusco solo…. Como frutas…. insectos…. iguanas…. en fin, lo que haiga, es como era antes… pero ahora en lugar de trabajar para poder comprar lo que se pueda, cazo para poder comer lo que se pueda…. es preferible así… peces hay muchos… en los esteros sobre todo… es peligroso por los yacarés pero ya nos conocemos… Nos hemos ido habituando… Es cierto que en esta vida uno se habitúa a todo… Lo bueno y lo malo… Lo que venga… Son mecanismos de adaptación… Estrategias de supervivencia… No sé…. En fin… Yo soy muy feliz acá en mi cueva… Soy yo y estoy solo…. Los demás ya no me importan…. Yo les di lo mejor que pude y lo más que pude y eso es lo importante…. Amo las noches como ésta, plagadas de luna en las que el monte se ve más plateado que nunca, más vivo que nunca, más musical que jamás…. Me cuesta moverme un poco…. me cuesta arrastrarme ahora, hasta el borde, prefiero quedarme aquí, es cierto, más en el centro de mi cueva… Es mejor porque estoy más protegido… Las piernas se me han venido paralizando desde hace un rato, cuando la yarará me mordió el tobillo, rápida y eficaz, como ellas son, como ellas siempre lo fueron…. Certera…. como todas las víboras… Debe de ser cierto que yo ya estoy muy viejo para vivir acá y para vivir así… Si hubiera sido antes, unos años antes estoy seguro de que la habría esquivado… Pero el veneno me está subiendo, rápido y mortal, ya no las siento a las piernas, siento que va subiendo, directo al corazón, y, es un poco difícil morir así, ¿no?, tan solo, tan seguro de que me estoy muriendo, tan sin poder hacer nada, ¿vio?, pero es una dicha morirse así, en una noche tan linda como ésta, con tanto monte, con tanta plata de luna derrochada entre las plantas, con tanta música de selva por todos lados, con tanto gato acechando y tanto lagarto durmiendo como la piedra…. Es lindo morirse así, uno solo, uno, en esta cueva que desde hace mucho es mi cueva, en el medio de este monte que desde hace mucho es mi monte, en esta selva grande que Dios nos dio, en esta selva tan grande, tan verde, tan húmeda, tan guaraní, tan fluvial, tan poblada, tan nuestra….


MARIANA MIRANDA

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